dijous, 2 de setembre del 2010

Azul


Los cinco euros que cuesta la Guía de la Liga que este diario ha editado conjuntamente con Superdeporte están muy bien invertidos. Son 210 páginas cargadas de datos interesantes, como el que recuerda que desde 65 años no se reunían cuatro equipos autonómicos en la máxima categoría del fútbol español. Valencia CF y Hércules CF repiten mientras que Villarreal CF y Levante UD ocupan los puestos del CD Castellón y el Alcoyano.

Mucho han cambiado las cosas desde aquella época, en la que el conjunto albinegro tenía a Emilio Vidal como entrenador y el Villarreal CF malvivía por los campos de Segunda Regional. A finales de aquella temporada, la 1945-46, el club decidió comprar unas equipaciones amarillas y azules, tradición que se mantuvo hasta hace unos años, cuando la estética le ganó el pulso a la historia.

En un verano en el que Ernesto Valverde ha demostrado ser mejor columnista que entrenador y Juan Carlos Garrido ha tratado de hacer pedagogía futbolística con un colectivo poco acostumbrado a aprender, el de los periodistas, la noticia más destacada es la recuperación del color azul en el pantalón del Villarreal CF. De momento, la iniciativa es casi clandestina, ya que sólo afecta a la tercera equipación, pero a mí me ilusiona más que cualquier fichaje, el de Nicki Bille Nielsen incluido.

Sólo utilizarán ese pantalón para entrenar, me advirtieron al verme dar saltos de alegría en pretemporada. No importa, me gusta el gesto. Tanto que ayer acudí a Vinaròs y mañana me pienso plantar en Peñíscola para ver si suena la flauta. El fútbol vive de sentimientos y el día que lo olvide estará muerto porque para seguir viendo sin amotinarse como los futbolistas cobran salarios millonarios en tiempos de crisis, la gente necesita utilizar la parte irracional de su cerebro.

Ésta no será una temporada sencilla y una visita a Anoeta bastó para demostrarlo. El proyecto garantiza buen fútbol y es toda una inversión de futuro, pero necesitará puntos para huir de las críticas. De fútbol, en todo caso, ya hablaremos otro día, que ayer volvió al trabajo María Encarnación González, la jueza en la que el RCD Mallorca ha depositado todas sus esperanzas.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 2 de septiembre del 2010.