divendres, 30 de gener del 2009

El remo en la mano


Presumió Fernando Roig el lunes de ser el segundo presidente de la Liga BBVA que más tiempo lleva en el cargo. Según afirma, sólo Lendoiro lleva más años que él en el Deportivo. La afirmación, realizada durante la presentación en el Club Diario Levante del ‘Crónica del Deporte Valenciano 2008’ tiene más importancia de lo que parece. El Villarreal CF lleva tiempo navegando con el mismo rumbo y pierde poco tiempo decidiendo en qué dirección moverse.

“Hay que trabajar mucho y trabajar bien, que sólo con trabajar no hay bastante”. Ésa, tal y como le reconoció el presidente al periodista Moisés Domínguez durante la presentación del anuario, es la clave. La mayoría de clubes, incluso los importantes, pierden media carrera con el coche parado, decidiendo qué datos introducir en el GPS. Mientras eso ocurre, el Villarreal CF avanza. Más allá de los resultados (el Valencia CF, por ejemplo, anda empatado a puntos), la diferencia es abismal y el tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio.

“A la larga la suerte no influye. Si trabajas bien, estás arriba”. Eso piensa, con razón, el máximo mandatario del Villarreal CF y, en general, coincidimos todo el mundo. La mala suerte te hace perder un partido, pero poco más.

Discrepo más con la opinión que sigue manteniendo Fernando Roig sobre el papel que los medios de comunicación debemos ejercer en todo esto. El lunes volvió a mostrarse escéptico con los críticos (si es que los hubiera), alegando que si el equipo va bien todo el mundo saldrá beneficiado. No es lo mismo, argumenta, ser un periodista que sigue la actualidad de un equipo de Segunda División que de uno que compite en la Liga de Campeones. Para ello, concluye, todos debemos remar en la misma dirección.

Tal conclusión es, para mí, errónea. Contrariamente a lo que muchos piensan en la prensa castellonense, el papel de los medios de comunicación no es el de esconder los errores y exagerar las gestas del club. Una de las funciones de los medios de comunicación es la de explicar las cosas lo más fidedignamente posible, fiscalizar aquello que ocurre, no sólo en política sino también en el deporte, mostrando una actitud crítica lo más contrastada posible.

Por resumirlo pronto; el ‘Marca’ y sus famosas cuatro portadas fueron perjudiciales para Ramón Calderón, pero no para el Real Madrid. El club, sus aficionados y sus socios salieron ganando con las noticias publicadas. Aquí, eso nunca sucederá. Una, porque el presidente, y el tiempo que lleva lo acredita, lleva una gestión alejada de disparates por el estilo y, dos, porque nos pillaría a los periodistas con el remo en la mano.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 29 de enero del 2009.

dijous, 22 de gener del 2009

El tópico y el periodista


Existe un libro, de edición casi artesanal, que lleva por título “El fútbol es así. Los mejores 599 tópicos del mundo del fútbol”. Sergio Baltasar es el autor de este disparatado recopilatorio que se autodefine como “la guía imprescindible que todo entrenador, jugador, periodista y aficionado debería leer”. Ni que decir tiene que las perlas de Michel como comentarista de televisión tienen un espacio destacado.

Los futbolistas usan tópicos, pero tras casi diez años persiguiendo a deportistas con una grabadora he acabado por intuir que, contrariamente a lo que todo el mundo opina, buena parte de la culpa la tienen (la tenemos) los periodistas. Haga usted mismo la prueba en casa y pregúntale a su pareja cualquier sandez. Tendrá por respuesta un tópico. Inquiera algo interesante y verá como, si no se equivocó al escoger con quien compartir su vida, el interlocutor no le defrauda.

Si los periodistas siempre preguntan (preguntamos) lo mismo, los futbolistas siempre contestan lo mismo. Es de cajón. Por eso me leí con especial atención la entrevista que J. R. Seguí le hizo a Manuel Pellegrini el domingo en este mismo periódico. Hace semanas que me detengo en su atípica “Galería” para interesarme por personajes que se salen del guión para hablar de otras disciplinas de la vida que se alejan de su profesión. Descubrí, por ejemplo, que el técnico chileno del Villarreal CF tiene opiniones interesantes sobre literatura, música o pintura.

El problema es que nadie se había detenido antes a preguntárselo. Es paradójico que en una sociedad que dedica, al menos, la mitad de sus informativos al fútbol apenas sepamos nada sobre sus protagonistas. Nada interesante, me refiero. Hay que contar tantas estupideces sobre ellos que no queda tiempo para reparar en lo interesante.

“Quien elige una profesión por dinero fracasa seguro”. Ése era el titular de dos páginas sin desperdicio, de ésas que le devuelven al lector la fe en la prensa de pago. “El deportista se ha convertido a través de los medios de comunicación en un ídolo de la juventud”, decía el técnico chileno. El problema es que, si los periodistas no hacemos bien nuestro trabajo, esos referentes son banales, sin contenido ninguno. Y así nos va.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 22 de enero del 2009.

dijous, 15 de gener del 2009

El directivo deshonrado


Los lectores de Levante de Castelló tuvieron acceso hace unos días a un amplio informe que compara los resultados conseguidos por los mejores clubes de Europa -el baremo utilizado son los puntos UEFA- en relación con el presupuesto gastado. En la edición de Valencia el artículo iba, además, acompañado de una opinión de Gregorio Martín, conocido por sus excelentes estudios económicos sobre el mundo del deporte.

“Respecto a la situación financiera, el fútbol es un paradigma de lo que ya vivimos y vamos a vivir como consecuencia de tanto deshonrado al frente de entidades con responsabilidades financieras. La desregulación aplicada al fútbol ha supuesto –supone- que todo el mundo tuviera libertad para contratar jugadores, a no importaba qué precio; ahora sabemos lo nefasto que todo ello es tanto en el campo de la racionalidad económica como en el ‘fair play’ propio de toda actividad deportiva”, decía el Catedrático de Ciencias de la Computación.

El Valencia CF es un ejemplo como cualquier otro. Su presidente, Vicente Soriano, tiene dotes de pitoniso (acertó que en el derbi habría seis goles), pero sufre para saber si podrá pagar las nóminas a final de mes. Cierto es que con esto de la crisis conviene no desperdiciar mucho tiempo viendo cómo cae la empresa del vecino, pues uno corre el riesgo de ver desmoronar la suya propia instantes después, pero da la sensación de que el Villarreal CF ha sabido moverse mejor. De forma, cuanto menos, más sensata.

Cualquier otro club se hubiera vuelto loco al verse tan cerca de los títulos, redoblando esfuerzos económicos para tratar de dar el paso definitivo. La política de Fernando Roig ha sido otra. Los resultados deportivos confirman lo acertado del camino y, pese a que la tentación de vivir por encima de las posibilidades sigue existiendo (no son pocos quienes siguen pidiendo fichajes de relumbrón en el mercado de invierno), el club ha preferido quedarse siempre cerca antes que pasarse. La opción no es mala y se verá fortalecida a medida que otros se estrellen al ser incapaces de gestionar sus excesos.

Tanto el Villarreal CF como el Valencia CF salían agraciados en el estudio económico que citaba antes. Eso sí, los datos se refieren a hace meses. Desde entonces ambos clubes han tomado caminos opuestos y, aunque la clasificación todavía no lo refleja, esto es una carrera de larga distancia, un Dakar en el que no sirve de mucho ganar las primeras etapas.

A mí me gusta. Prefiero, por decirlo pronto y claro, un Villarreal CF que quede todos los años en puestos europeos a uno que gane la Liga y al año siguiente desaparezca. ¿Y tú?

Artículo publicado en Levante de Castelló el 15 de enero del 2009.

dijous, 8 de gener del 2009

La crisis llega al fútbol


El año 2009 no lo tiene fácil. Apenas consume sus primeros días de enero y ya todos le tenemos manía porque sólo hacen que repetirnos lo nefasto que será para nuestra economía. Pese a lo pesimista de la situación, la opinión de algunos advenedizos tiene más importancia que la de otros. Fernando Roig parece una voz autorizada al respecto y el presidente del Villarreal CF cerró el año 2008 con unas declaraciones en las que afirmaba que la crisis acabaría llegando al fútbol y que sólo sobrevivirían aquellos clubes que hubiera trabajado con coherencia en el apartado económico.

Son muchos los ejemplos de crisis económica que vive el fútbol. Las renovaciones de los futbolistas serán a la baja y las incorporaciones, menos pomposas que en anteriores campañas. El mercado de invierno, donde sólo el Real Madrid está malgastando como antaño, es un buen ejemplo. Los clubes tratan de ajustar presupuestos y eso afecta a grandes y pequeños.

La Liga de Campeones es uno de los pocos clavos a los que agarrarse. Si antes era un sueño, ahora es una necesidad. Sobre todo, económica. Pocos de los mejores clubes podrán sobrevivir alejados de ella. Desde hace unos meses Villarreal CF y Valencia CF han tomado, eso sí, caminos económicos opuestos para luchar por una de las cuatro primeras plazas de la Liga. La deuda aumenta en el club que preside Vicente Soriano, prisionero de sus propias promesas. El mandatario anunció la venta de solar de Mestalla para antes de final de año y, de momento, no se conoce ni siquiera el nombre de un comprador interesado.

La trayectoria deportiva del Valencia CF, segundo en la Liga, no es nada despreciable, pero el club lleva tiempo demasiado revuelto. Por eso el presidente prefiere sacar la muleta y dirigir las embestidas hacia otro lado. Es en este contexto en el que uno sitúa sus declaraciones a “La Taula Esportiva” del lunes. Ésas en las que presume de ganar al Villarreal CF por 6-0. Es pura distracción, fuegos artificiales.

Soriano se pasó buena parte del domingo en el “Minut a minut” de Canal 9, donde tuvo que responder a una y mil preguntas sobra la venta de Mestalla. No le volverá a pasar lo mismo y ahora toma la iniciativa alimentando la rivalidad de un derbi que en los últimos minutos se ha movido por una senda mucho más cordial. Que nadie se engañe: sus palabras no son un exceso de confianza, sino un símbolo de debilidad.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 7 de enero del 2009.