dimarts, 27 de juliol del 2010

Lady Huskies


Connecticut es el tercer estado más pequeño de Estados Unidos y, seguramente, el más aburrido. Como bien saben las Huskies, sólo el baloncesto femenino parece una distracción fiable.

El habitante tipo de Connecticut suele llevar una vida entre aburrida y monótona. Su principal preocupación es acudir puntual a una empresa de servicios financieros o inmobiliarios con el traje bien planchado. Hace frío en invierno y calor en verano, por lo que apetece poco visitar sus idílicos paisajes.

Una de las pocas válvulas de escape de la gente es el baloncesto femenino. Acuden a ver los partidos de las Sun, pero sobre todo los de la Universidad de Connecticut. Más últimamente, cuando el equipo ha cerrado dos temporadas sin perder ni un partido de la mano de Geno Auriemma.

El técnico recibió hace unos meses el encargo de trasladar su exitoso método de trabajo a una selección de Estados Unidos necesitada de recuperar la medalla de oro en el Mundial. Auriemma lo tuvo claro; era necesario imitar la filosofía de trabajo que tantos éxitos le había dado en la Universidad y qué mejor manera de hacerlo que seleccionar a seis de sus ex jugadoras.

Diana Taurasi, Sue Bird, Swin Cash, Tina Charles, Renee Montgomery y Maya Moore forman el esqueleto del combinado con el que Estados Unidos pretende recuperar el trono en la República Checa. ¿Coto cerrado? ¿Aroma a Connecticut? La prensa estadounidense lleva semanas tratando el tema e incluso analiza la actualidad de la WNBA desde ese punto de vista. Phoenix Mercury perdió la semana pasada en casa contra Seattle Storm y, lejos de ver en el enfrentamiento una posible final de la Conferencia Oeste, los analistas se centraron en la actuación de Diana Taursai, Sue Bird y Swin Cash.

Entre los grandes aspirantes al título de la WNBA, todos tienen a ex jugadoras de Universidad de Connecticut, aunque en Indiana Jessica Moore apenas tiene protagonismo. Nadie parece atreverse a competir por el título sin tener a alguien de UConn de su lado.

Las Huskies ya cuentan con una jugadora, Rebecca Lobo, en el Hall of Fame. La ex pívot, dedicada ahora a labores televisivas para la ESPN, ha abierto un camino que, sin duda, tendrá más tráfico en las próximas temporadas. “Es divertido ser la primera jugadora de la Universidad de Connecticut que lo consigue porque estoy segura de que a partir de ahora habrá muchas más”, dice. ¿La clave? “La huella de Auriemma”, reconoce sin tapujos.

ESTO NO PASA EN EL BALONCESTO MASCULINO

Récord de anotación para Phoenix Mercury, que sumó 126 puntos ante Tulsa Shock… Sin duda, una buena manera de festejar la recepción que Barack Obama les preparó en la Casa Blanca por el título del año pasado… El anterior registro databa de hace un mes, cuando el mismo equipo anotó 116 tantos ante el mismo rival… Wayne Stehlik y Tammy Bagby pueden olvidarse de un ascenso por su trabajo como ‘scouters’… La WNBA ha cerrado un acuerdo de patrocinio con Pirate's Booty… El snack no está mal, pero los bailes de su mascota necesitan una profunda revisión…

Artículo publicado en Gigantes del Basket el 27 de julio del 2010.

dimarts, 20 de juliol del 2010

Eclipse total en el All Star


No había tiempo para la diversión y el espectáculo quedó, esta vez, en un segundo lugar. El All Star de la WNBA disputado en el Mohegan Sun fue un campamento de entrenamiento más para una selección de Estados Unidos, que se impuso por 99-72.

Paradojas de la vida. El All Star de la WNBA que atrajo a más periodistas españoles fue, casualmente, el más aburrido de los últimos años. “The Stars at the Sun” situó a menos de 10.000 espectadores en la grada y quedó eclipsado por la figura de Geno Auriemma, que sustituyó el tradicional partido de exhibición por algo así como un Training Camp de la selección de Estados Unidos.

El encuentro sirvió, eso sí, para catapultar, definitivamente, a Sylvia Fowles a la primera línea del baloncesto mundial. La pívot fue designada MVP tras anotar 23 puntos (13 de ellos en un tercer cuarto demoledor) y capturar 8 rebotes. A la espera de que las próximas promesas del baloncesto universitario aterricen en la WNBA, la jugadora de Chicago Sky es la pieza interior más determinante del planeta. Literalmente, nadie puede detenerla.

Tras una presentación a la altura de la NBA sobre una gigantesca lona que sirvió para proyectar imágenes espectaculares, lo intentaron Michel Snow y Rebekkah Brunson, dos portentos físicos, pero no hubo manera. Fowles dominó el juego desde dentro de la zona, demostrando que tanto ella como sus compañeras de selección iban a tomarse el compromiso muy en serio. Como si fuera un amistoso para el Mundial de la República Checa o, más todavía, como si fuera el propio Mundial.

Las bajas por lesión limitaron la calidad del banquillo de la selección de Estados Unidos, pero la actitud impuesta por Geno Auriemma bastó para mantener alejado al combinado de jugadoras de la WNBA.

El único momento no planificado en la pizarra de Geno Auriemma llegó en la recta final cuando Tina Charles, que no había intentado ni un solo triple en toda su carrera en la Universidad de Connecticut, retó al técnico: “Coach, si la meto de tres, me das 50 dólares”, dijo. Al final, pese a que ni siquiera lo intentó, la anécdota se convirtió en la única disposición táctica no prevista por un entrenador obsesionado con ganar la medalla de oro de la mano de la perfección.

“El entrenador nos dijo que nos tomáramos el partido como una Final Four de la Euroliga Femenina o como un partido de las finales de la WNBA, no como un encuentro de exhibición, y eso hicimos”, confiesa Diana Taurasi, que acabó con 9 puntos y muchas menos excentricidades de las que acostumbraría en un All Star.

Ante tan poca dosis de espectáculo, el público del Mogehan Sun se tomó el debut de Maya Moore como el gran acontecimiento de la noche. La jugadora universitaria, que alternó todas las posiciones exteriores en el campo, demostró estar preparada para dar el salto a la WNBA y concluyó el partido con 12 puntos.

Por cierto, para aquellos espectadores de ESPN que se aburrieron y cambiaron de canal, al final ganó la selección de Estados Unidos por 99 a 72.

Despedida a lo grande de Katie Douglas

Con dos rondas de lanzamiento casi perfectas (logró 47 de 60 puntos posibles), Katie Douglas logró imponerse en el concurso de triples del All Star de la WNBA. “Creo que era mi cuarta participación en el concurso y, sin duda, fue mi mejor actuación”, asegura Katie Douglas, que se impuso Sue Bird, Swin Cash, Monique Currie, Angel McCoughtry y Lindsay Whalen. Los 24 puntos de Douglas en la primera ronda se quedaron a un punto del histórico récord del concurso. En la ronda final, la jugadora de Indiana necesitaba sólo 12 puntos para superar a Swin Cash y Lindsay Whalen, pero se fue hasta los 23. Katie Douglas anunció tras levantar el trofeo que ya no participará en el concurso nunca más.

El concurso de habilidades, un evento creado para desperezar al público o darle tiempo de que se compre comida mientras localiza su butaca, fue ganado por la local Renee Montgomer, que se mostró más rápida que Iziane Castro, Lindsey Harding, Angel McCoughtry, Cappie Pondexter y Lindsay Whalen.

Artículo publicado en Gigantes del Basket el 20 de julio del 2010.

dilluns, 12 de juliol del 2010

El camino a la perfección de Auriemma



El pasado fin de semana se disputó el All Star de la WNBA. Esta vez los focos se olvidaron de las jugadoras y todas las miradas estuvieron puestas sobre Geno Auriemma, un atípico técnico obsesionado con alcanzar la perfección.

Siete títulos de la NCAA, 14 campeonatos de la Big East y un récord de 78 partidos sin perder. No hay duda, Geno Auriemma es un ganador y por eso Estados Unidos le ha confiado el mando de la selección de cara a los próximos tres años. Su debut se produjo en la madrugada del sábado al domingo en un atípico All Star del cual les informaremos la próxima semana.

En Estados Unidos, donde el baloncesto universitario se sigue con la misma pasión que el profesional, la fama del técnico es evidente. Así, a nadie sorprendió que ESPN se lo llevará de invitado al Sports Center junto a Diana Taurassi para promocionar “The Stars at the Sun” a golpe de látigo: “Vamos a asesinar a nuestros rivales en el Mundial. Si tú coges a las mejores 24 jugadoras de la WNBA y yo consigo entrenar a las 11 que yo quiero, está claro lo que va a pasar”.

Según el entrenador de la Universidad de Connecticut, “la clave es la atmósfera de trabajo. Seguro que hay jugadoras de primera línea que no entienden por qué no están en la lista, pero ése es mi trabajo”, argumenta sin reparos. Tras ver como Estados Unidos se quedaba fuera de la final del Mundial de Brasil hace cuatro años, Geno Auriemma quiere recuperar el orgullo de una selección herida. Ha nacido la versión femenina del “Road to Redemption”.

No hay distracción posible. Las conversaciones con agentes están prohibidas en una concentración en la que Geno Auriemma quiere recuperar las líneas maestras de una manera de trabajar que le ha llevado a ganar dos títulos consecutivos con las Huskies sin perder ni un partido, algo que sólo ha sucedido seis veces en la NCAA.

Italiano de nacimiento, Geno Auriemma emigró con su familia a Pennsylvania cuando apenas tenía siete años. En 1994, cuando ya empezaba a tener una carrera exitosa en el baloncesto universitario, se nacionalizó, según le criticaron en varios medios de comunicación, para evitar ser requerido por el servicio militar italiano. Casualidades de la vida, Auriemma se ha convertido ahora en lo más parecido a un sargento.

“¿Quiere azotar a las jugadoras como si fueran reclutas?”, le preguntaron el otro día a Auriemma. “Sí, supongo que estoy bien en ese papel”, respondió un técnico cuyas bases de trabajo aparecen en un libro que Jackie MacMullan escribió hace cuatro años: “Camino a la perfección”. En eso anda.

ESTO NO PASA EN EL BALONCESTO MASCULINO

Cambios en el campeón de la WNBA… Ann Meyers Drysdale, que apenas llevaba cuatro años en la franquicia, es la nueva general manager de Phoenix Mercury… Después de su tercera experiencia como entrenadora invitada en la WNBA, Carme Lluveras está de vuelta a Valencia... La catalana ha visto como los equipos confían más que nunca en sus jugadoras veteranas, todo un golpe al ideario de marketing que la WNBA lanzó hace un par de años… Un ejemplo: las Sparks de Candace Parker son ahora el equipo de Tina Thompson… Las lesiones han abierto el debate de si una jugadora puede enlazar 12 meses seguidos compitiendo en la Euroliga, la WNBA y con su selección…

Artículo publicado en Gigantes del Basket el 13 de julio del 2010.

dimarts, 6 de juliol del 2010

El All Star pierde la sonrisa


De un partido de exhibición a un campamento de entrenamiento. Este sábado llega el All Star más serio de la historia, un mero entrenamiento para el Mundial de la República Checa.

Este verano hay Mundial de baloncesto femenino y Estados Unidos quiere recuperar el trono. Hace cuatro años tuvo que ver la final de Brasil por televisión y eso todavía escuece. Tanto es así que ha cambiado las tradicionales normas del All Star de la WNBA, que a imagen de la NBA solía enfrentar a las mejores jugadoras distribuidas en dos conferencias, y plantea un sistema nuevo: “The Stars at the Sun”.

La madrugada del sábado al domingo un combinado de jugadoras de la WNBA se enfrentará a la selección de Estados Unidos, que estará entrenada por Geno Auriemma. El técnico de la Universidad de Connecticut tendrá a sus órdenes a: Sue Bird y Swin Cash (Seattle Storm), Tamika Catchings (Indiana Fever), Tina Charles y Renee Montgomery (Connecticut Sun), Candice Dupree y Diana Taurasi (Phoenix Mercury), Sylvia Fowles (Chicago Sky), Angel McCoughtry (Atlanta Dream), Cappie Pondexter (New York Liberty) y, atención, a Maya Moore (Universidad de Connecticut).

“Este Training Camp es la primera y la única oportunidad que voy a tener para trabajar con las jugadoras que forman parte de nuestro grupo principal”, dice Auriemma, que se hará cargo de la selección hasta los Juegos Olímpicos del 2012. Está claro: el técnico se toma el tradicional All Star como un banco de pruebas para el Mundial de la República Checa. Tanto es así que se ha llevado también a Seimone Augustus y Lindsay Whalen (Minnesota Lynx), Shameka Christon (Chicago Sky), Lindsey Harding (Washington Mystics) y Asjha Jones y Kara Lawson (Connecticut Sun) para aprovechar mejor los entrenamientos. No hay tiempo que perder.

ESPN ofrecerá el partido del Mohegan Sun Arena en directo para Estados Unidos, pero no podrá retransmitir el amistoso que la selección disputará contra Australia en la madrugada del domingo al lunes.

Becky Hammon, que fue una de las tres jugadoras que logró recibir más de 100.000 votos, liderará el combinado de la WNBA, que estará entrenado por Brian Agler (Seattle Storm). A su lado tendrá a jugadoras del nivel de Lauren Jackson (Seattle Storm), Jayne Appel, Michelle Snow y Sophia Young (San Antonio Silver Stars).

Las diez jugadoras que más votos recibieron tienen su presencia garantizada en el Mohegan Sun Arena, pero su participación en un combinado u otro ha sido elección de Auriemma, así como su titularidad o no. No hay tiempo para la diversión y el espectáculo queda, esta vez, en un segundo lugar

Antes del partido se disputarán los concursos de triples y de habilidades. Será, seguramente, el único momento del fin de semana en el que los latidos de las mejores jugadoras del mundo no estarán controlados por un pulsómetro.