dimecres, 5 de març del 2014

dimarts, 10 de maig del 2011

El parricidi esportiu de Rick Carlisle

Nascut a un poble perdut al nord de l’estat de Nova York, Rick Carlisle podria haver fet fortuna de moltes maneres, però va decidir fer carrera en el món del bàsquet. Com a jugador va ser, per dir-ho de manera políticament correcta, discret. Tot i això, va tenir temps de jugar a tres equips de la NBA; Boston Celtics, New York Knicks i New Jersey Nets. La fama li va arribar després, ja com a entrenador de Detroit Pistons, Indiana Pacers i Dallas Mavericks.

Poca gent recorda, en canvi, que Carlisle va jugar a l’extinta CBA, on va defensar la samarreta dels Albany Patroons, l’equip que vestia d’or i verd. Era l’any 1987 i l’equip estava entrenat per Phil Jackson, a qui 24 anys després ha derrotat per 0-4 en una semifinal de conferència de la NBA.

Carlisle va aprendre moltes coses de Phil Jackson, especialment com generar opcions ofensives a partit d’un dos contra dos, una tàctica que l’entrenador dels Lakers va enriquir anys després, quan va conèixer Tex Winter i la va transformar en el ja mític triangle ofensiu.

Llicenciat en Psicologia per la Universitat de Virginia, Rick Carlisle va memoritzar una lliçó clau quan va ser entrenat per Phil Jackson; la importància de la ment en el rendiment esportiu. De fet, quan l’any 2002 el vaig conéixer a Eivissa, em va dir una frase que no he patit per recordar: “La tasca de l’entrenador té un 80% de gestor de recursos humans i un 20% de treball tècnic”.

La resta del joc que proposen els seus equips, com han pogut comprovar els Lakers de Pau Gasol, se centra en quatre aspectes. Els dos primers estan lligats; defensa i transició. Els dos últims també; pick and roll i bones passades.

Gairebé un quart de segle després d’aprendre tot això, Rick Carlisle ha comés un dels parricidis esportius més grans que es recorden, en assassinar el llegat del seu pare basquetbolístic, Phil Jackson.

Article publicat a ARA.cat.

dissabte, 27 de novembre del 2010

Una il·lusió que s'encomana


Tac, tac, tac. Hi ha pocs sorolls tan seductors com el d’una pilota de bàsquet botant. Té ritme, intensitat i fins i tot sona bé, tres característiques que haurien d’aparèixer en qualsevol secció d’esports d’un mitjà de comunicació. Tac, tac, tac. El so s’encomana, convida a moure les cames i a ser actius, a prendre la iniciativa sense esperar veure què fan els altres. Tac, tac, tac. S’ha de ser constant i tenir mètode per mecanitzar l’acció, una virtut que et permet aixecar la vista per comprovar què passa al teu voltant. I explicar-ho. Tac, tac, tac.

Pocs dies abans del bateig de l’ARA, molta gent intenta imaginar-se com serà aquest projecte multiplataforma. Als que tenim la sort de viure el procés des de dins, tothom ens ho pregunta amb curiositat. Poques iniciatives, comunicatives o d’altres àmbits, han estat capaces d’engrescar últimament tanta gent bona i de generar tanta expectativa. Deu ser veritat que la il·lusió s’encomana, perquè al número 119 del carrer Diputació n’hi ha molta, però fora, encara n’hi ha més.

Tac, tac, tac. El tacte rugós de la pilota és addictiu i ens incita a repetir l’experiència com més aviat millor. Un necessita tornar-hi una vegada i una altra. Sempre. Tac, tac, tac. Sona a mig camí entre el batec d’un cor i els timbals de festa, un ambient ideal per crear coses interessants. I riure. Tac, tac, tac. Els tous dels dits transmeten sensacions que, sense saber com, ens fan sentir millor. Ens canvien l’estat d’ànim. Ha deixat de ploure. Tac, tac, tac.

Consulta aquí l'article en el seu context original.

dijous, 28 d’octubre del 2010

Adiós


Tengo, como en los chistes, una mala y una buena noticia que contar. Ésta es mi última aparición en este rincón de los jueves, que a partir de ahora será ocupado por Roger Lorgeoux, el jefe de Deportes de Levante de Castelló. No conozco sitio mejor en muchos kilómetros a la redonda para hacer periodismo que éste, pero me marcho a vivir fuera y no tendría sentido seguir con La Claca.

Dejo, al menos por los números en las ocho primeras jornadas, al mejor Villarreal CF de la historia, al único equipo capaz de seguir el ritmo impuesto por Real Madrid y FC Barcelona sin perder el aliento. Intuyo que esto no será así todo el año y que, más pronto que tarde, el equipo cederá puntos en la clasificación, pues a los otros les sobran futbolistas y el submarino los tiene contados. No invento nada, pues ese argumento conservador lo ha repetido una y mil veces el presidente, Fernando Roig, quien califica la posición actual de anecdótica.

En cambio, estoy seguro de que el conjunto que ha preparado Juan Carlos Garrido dará muchas alegrías a todos aquellos que, todavía hoy, le discuten su estilo pragmático de llevar los partidos. A diferencia de lo que le gustaría a Johan Cruyff, que como demostró hace unos días en Borriol, pasa más horas viendo golf que fútbol, los tres puntos se continúan dando a quien más goles consigue y no a quien más pases consecutivos da. Algunos han confundido el camino con el destino, el medio con el fin.

Una cosa es que el Bernábeu silbe cuando se aburra o el Camp Nou murmulle cuando hay una cesión al portero, pero otra muy diferente es acudir a El Madrigal pensando que cada vez que el Villarreal CF tenga el balón hay que generar una ocasión de gol. A veces, lo mejor es especular ya sea para mantener un resultado favorable o para sacar al rival de su trinchera. Ocurre en las mejores familias y nadie se avergüenza de ello.

Anoche me senté con bolígrafo y papel delante del televisor para ver el partido que se disputó en el estadio Santo Domingo. Anoté muchas cosas, pero ya no tienen importancia. Al menos por ahora, en un futuro amenazo con volver a mi casa, que es este periódico.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 28 de octubre del 2010.

dijous, 21 d’octubre del 2010

Equilibrio


El chino Adili Wushouer es un legendario equilibrista capaz de completar excentricidades tales como caminar por la cuerda floja sobre un estadio de Pekín durante nada menos que 60 días consecutivos. Cuando tengo momentos de dudas existenciales, acudo al You Tube para recrearme pues el arte de desplazarse por un alambre siempre me ha impresionado, más por la concentración que exige que por su complejidad técnica. Me relaja, como a algunos el tetris.

El equilibrio suele ser la base de todo y de ahí que tanta gente se fascine con el yin, el yang y otras filosofías orientales de medio pelo basadas en el contraste de dos fuerzas aparentemente opuestas y complementarias. Los libros de autoayuda andan llenos de teorías al respecto.

Lo cierto es que algo de razón suelen tener y en el fútbol, como en la vida, todo es cuestión de equilibrio. Los entrenadores suelen resumir así complejas tácticas en las que el equipo debe acoplarse a situaciones concretas del juego. Si un lateral sube, el otro debe quedarse atrás y centrar su posición, piden. Hay una serie de espacios que conviene ocupar con criterio.

Cuando algo está equilibrado, es sencillo hacer el trabajo que a cada uno le corresponde. Incluso una paella parece sencilla de cocinar si se encuentra bien estable. Tiras el aceite y se distribuye por igual. En cambio, cuando no encuentras la simetría, puedes desesperar en el intento, poniendo un cartón aquí y un palito allá.

Algo así es Marchena para este equipo. El futbolista es de gran utilidad para el equilibrio del Villarreal CF. Sin él, Musacchio pareció el lunes un central por formar, cuando el argentino llevaba un inicio de temporada muy sólido y era una de las grandes revelaciones de la Liga BBVA. Los centrocampistas tampoco resguardaron la posición con la misma efectividad que acostumbraban y el equipo pareció más volátil e inestable que nunca.

No es que el mundialista sea el novio perfecto y carezca de defectos, pues siempre le sobran dosis de actuación cuando contacta con un rival (pienso en Málaga), pero es muy útil para ordenar a este equipo desde atrás.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 21 de octubre del 2010.

dijous, 14 d’octubre del 2010

Crónicas


Aproveché el viernes para darme un garbeo por la Ciutat Esportiva. La excusa, una entrevista a Ángel López (menudo arranque el suyo) que salió publicada el lunes, es lo de menos ya que el paseo sirvió para recorrer, de nuevo, unas instalaciones que no paran de mejorar. Ahora, sin ir más lejos, hay maquinaria trabajando en la construcción de un nuevo campo de fútbol, la adecuación del acceso al recinto y la ampliación de la zona de aparcamiento. Un ejemplo.

Algunos de los que hacía tiempo que no me veían por allí entre semana aprovecharon para atizarme por mis últimas crónicas. Nunca se espera uno este tipo de enfados. Pensaba, ingenuo de mí, que andaban contentos con mis divagaciones, pues en este rincón de los jueves se ha defendido como en pocos el trabajo de Juan Carlos Garrido, más todavía tras las dudas iniciales de San Sebastián y Zagreb. Consideran, en cambio, que he menospreciado a algunos de los rivales a los que ha superado el Villarreal CF. Incluso comparé la movilidad de algún defensa del Racing con la de los muñecotes que sirven para ensayar las faltas.

Como me ruboriza ir en contra dirección, haré caso de los consejos y me abonaré a la teoría mayoritaria, ésa que hace semanas criticaba, por injusta con el técnico.

Me costará. “No sé hasta cuándo seré el entrenador del Villarreal CF, me gustaría serlo durante muchos años, sí que sé que el tiempo que lo sea haré todo lo posible por ganarme la confianza, el apoyo y el cariño de mi afición”, escribe Garrido en su web. Hace días hubiera alabado el texto, pues me parece sincero y cercano, más todavía si va acompañado del pago de un autocar para que los seguidores se puedan desplazar este lunes a Alicante. Ahora que quiero dejarme llevar por la corriente, en cambio, supongo que deberé criticarlo.

Se me hará extraño. Prefiero pensar sólo en clave de fútbol y sentarme este lunes a disfrutar delante del televisor. El derbi es una buena prueba de fuego, aunque el Hércules CF tampoco quedó la temporada pasada entre los nueve primeros. Como el resto de los rivales con los que el Villarreal CF ha jugado hasta la fecha.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 14 de octubre del 2010.

dijous, 7 d’octubre del 2010

Selección


España, que como día aquel es un concepto ambiguo, ha seleccionado a cinco futbolistas del Villarreal CF para sus dos próximos bolos. No hay mejor reconocimiento al fútbol que propone Juan Carlos Garrido que ése. Lo que importa no es que Vicente del Bosque elogie el juego del submarino sino que confíe en sus jugadores cuando necesita ganar partidos y, a día de hoy, Marchena, Capdevila, Cazorla, Bruno y Borja Valero son útiles para eso.

Le preguntaron el lunes en Madrid a Fernando Roig, a quien sentaron en el Ritz entre Ángel Torres y Manuel Llorente, por el secreto de este equipo, que ya acumula cinco victorias consecutivas en la Liga BBVA. El proyecto es fiel a la filosofía de la entidad, pero ha añadido algunas mejoras. Al fútbol de toque y el gusto por la combinación, ha sumado efectividad y practicidad, dos adjetivos que nunca sobran a la hora de buscar puntos.

Al principio tales virtudes fueron criticadas, pues hubo quien las confundió con cierto conservadurismo. Lo de dar un paso atrás para poder dar dos hacia delante fue considerado algo así como de cobardes. Ahora, en cambio, se habla de pegada. Diferentes palabras para explicar las mismas cosas.

A diferencia de otros técnicos, que han criticado el parón por si les corta la racha, como si los buenos resultados tuvieran más que ver con la superstición que con el quehacer diario, el entrenador del Villarreal CF anda contento porque podrá trabajar con tranquilidad durante unos días. Serán, aunque con múltiples bajas, entrenamientos de calidad, que permitirán asentar algunos conceptos básicos.

Atrás el equipo es estable y de medio campo hacia delante sabe leer diferentes tiempos, según interese en cada momento. A veces es muy vertical y otras, duerme el partido. Funciona el método, tanto que nueve técnicos del Wolfsburgo alemán, encabezados por Jens Todt, han visitado esta semana la Ciutat Esportiva del Villarreal CF para estudiar el estilo de trabajo del club, tanto en su cantera como en el primer equipo. Incluso, quién sabe, a lo mejor la prensa estatal le entra la curiosidad y también se anima a ver el por qué de tanto éxito.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 7 de octubre del 2010.