dijous, 6 de maig del 2010

Remar medio tiempo


La Agrupación de Peñas del Villarreal CF prepara una fiesta para antes del derbi y todavía no sabemos si habrá mucho que celebrar. La decepción de Almería ha afectado a la autoestima del entorno y, pese a que restan las mismas dos cuestas que hace unos días, ahora se ven más empinadas.

No son pocos quienes critican la falta de intensidad del equipo en el estadio de los Juegos del Mediterráneo. Aunque el entrenador sea uno de ellos, creo que caen todos en una monumental sinécdoque, confundiendo la parte con el todo y disimulando, tratando de diluir, en el grueso del equipo la apatía de unos pocos.

Es evidente que el contundente resultado del descanso (3-0) se explica mejor con los deméritos del Villarreal CF que con las virtudes de un Almería a cuyos futbolistas Juanma Lillo reconoció abroncar en el descanso. Tal ventaja fue un regalo que, luego, trataron de enmendar. La mente del jugador es un misterio. En la segunda parte algunos se esforzaron el doble que en la primera, cuando hubiera bastado con mantener un nivel de intensidad estable durante todo el encuentro.

Así ha funcionado toda la temporada este Villarreal CF, combinando momentos de excelentes prestaciones con errores de concentración muy graves. La irregularidad ha acabado escondiendo las virtudes de un equipo capaz de hacer cosas muy buenas, aunque no con la necesaria asiduidad que ahora se exige en la Liga BBVA.

Todo futbolista aparece al menos una vez en su vida en los resúmenes de los mejores goles. Los famosos 15 minutos de gloria de Andy Warhol. Incluso si uno es defensa logrará alguna vez un disparo lejano que le valdrá los elogios de media Europa. La diferencia radica en quienes hacen cosas extraordinarias una vez en su vida y quienes las hacen cada domingo. Esta plantilla ha demostrado que puede jugar al fútbol como pocas, aunque con mucha menor regularidad de la necesaria. Ahí está la diferencia. Remando sólo la mitad del tiempo hay que remar el doble de fuerte para llegar al mismo sitio, que en este caso es la sexta plaza.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 6 de mayo del 2010.