dijous, 5 de març del 2009

Una estación como frontera


Antes era conocida como ‘Valencia-Término’ y desde hace años Renfe se refiere a ella como ‘Estació del Nord’. Fue construida entre 1906 y 1917, pero el caso es que ahora ha adquirido cierta notoriedad en los circuitos turísticos. Es, dicen, uno de los monumentos modernistas más emblemáticos de la arquitectura civil de Valencia. Los visitantes, sobre todo los japoneses, hacen fotos a las cerámicas vidriadas, mientras los usuarios diarios tratan de esquivarlos para coger su tren a hora.

Ya que hoy nos hemos puesto sinceros, diré que siempre le he tenido un poco de manía a esta estación. Supongo que es por un tema lingüístico. La gente sube al tren en su pueblo hablando en valenciano y baja, ya en la capital, expresándose en castellano. La estación ejerce de frontera psicológica para los pasajeros, que cambian de idioma como si en vez de un tren regional descendieran de un avión transoceánico.

Fobias personales a un lado, hay espacios a los que la gente le otorga un papel simbólico. Los octavos de final de la Champions League son un buen ejemplo. Muchos son los clubes de Europa que califican de éxito o de fracaso su temporada en función de si superan o no esa ronda. Podría ser el caso del Villarreal CF, que anda enfrascado en la eliminatoria ante el Panathinaikos.

Recorté con las tijeras de mi madre el artículo de Pilar Olaya en el que Paquito desmenuzaba al conjunto griego, con la firme promesa de puntuar sus aciertos y castigar sus errores. He de confesar con satisfacción que el miembro de la secretaria técnica acertó mucho al definir el estilo de juego del conjunto griego, especialista en llenar el partido de faltas y de pérdidas de tiempo.

Tras enfrentarse este sábado al RCD Espanyol, el Villarreal CF viajará a Atenas para disputar un partido que marcará la opinión que muchos se formarán sobre la presente temporada. Ahora que el equipo de Manuel Pellegrini parece estabilizado en los cuatro primeros puestos de la Liga BBVA, el encuentro del martes servirá para ponerle adjetivo a la campaña. No sé si todo el mundo es consciente de lo que significaría estar, de nuevo, entre los ocho mejores clubes de Europa. A mí, particularmente, me volvería a parecer una hazaña.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 5 de marzo del 2009.