dijous, 19 de març del 2009

Hacer dos cosas a la vez


Estrenará Canal + el domingo de la próxima semana un documental interesante. Las cámaras de la plataforma de pago siguieron a Miguel Ángel Pérez Lasa para narrar la parte más desconocida del fútbol a través de la visión de un árbitro de Primera División. Casualidades de la vida, uno de los partidos sobre los que se sustenta el reportaje es uno jugado en el Sánchez Pizjuán de Sevilla con el Villarreal CF como protagonista.

Los espectadores podrán seguir todos los pasos de Mikel, como le gusta que le llamen, antes, durante y después del encuentro. Capdevila es uno de los actores secundarios destacados. Primero, al protestar una pena máxima. “¿Penalti?”, le pregunta el lateral catalán. “Clarísimo”, le responde el árbitro. Luego, apenas unos minutos más tarde, el colegiado expulsa al defensa por tocar, presuntamente, el balón con las manos. “Tenías ganas de echarme, ¿no? Pues lo parece. Si me da en la rodilla, hombre. ¿Qué quieres qué haga?”, protesta el futbolista.

Las surrealistas conversaciones, con el balón en juego, tanto con los jueces de línea, Iñaki y Jon, como con el cuarto árbitro, Dani, protagonizan la parte que da más juego del documental. “Cuando es buena, no me digas nada, que me confundes. Joder. Casi pito fuera de juego”, llega a decir el colegiado.

El partido, jugado en abril del año pasado, ya no tiene trascendencia ahora. Finalizó con 2-0 favorable al Sevilla CF. Eso sí, escuchando ahora las conversaciones que los árbitros mantienen por el auricular, uno entiende mejor errores como los de Iturralde González el domingo, que provocaron la expulsión de Javi Venta.

Los detractores del presidente estadounidense Lyndon B. Johnson decían que era incapaz de hacer dos cosas a la vez. Absurda crítica, pues lo cierto es que hay pocas personas con esa habilidad. La mayoría nos solemos pasar la salida de la autopista al hablar por teléfono (con el ‘manos libres’) mientras conducimos.

Por eso, uno preferiría que los árbitros tuvieran apagado el auricular mientras la pelota está en juego. En caso de duda, que lo enchufen. Es más, si persiste la incertidumbre, que saquen una pantalla de televisión y decidan acciones trascendentes, tal y como hacen ya en la NBA. Pero, por lo que más quieran, que no hablen mientras arbitran… que así les va.

Artículo publicado en Levante de Castelló el 19 de marzo del 2009.