dimarts, 20 de juliol del 2010

Eclipse total en el All Star


No había tiempo para la diversión y el espectáculo quedó, esta vez, en un segundo lugar. El All Star de la WNBA disputado en el Mohegan Sun fue un campamento de entrenamiento más para una selección de Estados Unidos, que se impuso por 99-72.

Paradojas de la vida. El All Star de la WNBA que atrajo a más periodistas españoles fue, casualmente, el más aburrido de los últimos años. “The Stars at the Sun” situó a menos de 10.000 espectadores en la grada y quedó eclipsado por la figura de Geno Auriemma, que sustituyó el tradicional partido de exhibición por algo así como un Training Camp de la selección de Estados Unidos.

El encuentro sirvió, eso sí, para catapultar, definitivamente, a Sylvia Fowles a la primera línea del baloncesto mundial. La pívot fue designada MVP tras anotar 23 puntos (13 de ellos en un tercer cuarto demoledor) y capturar 8 rebotes. A la espera de que las próximas promesas del baloncesto universitario aterricen en la WNBA, la jugadora de Chicago Sky es la pieza interior más determinante del planeta. Literalmente, nadie puede detenerla.

Tras una presentación a la altura de la NBA sobre una gigantesca lona que sirvió para proyectar imágenes espectaculares, lo intentaron Michel Snow y Rebekkah Brunson, dos portentos físicos, pero no hubo manera. Fowles dominó el juego desde dentro de la zona, demostrando que tanto ella como sus compañeras de selección iban a tomarse el compromiso muy en serio. Como si fuera un amistoso para el Mundial de la República Checa o, más todavía, como si fuera el propio Mundial.

Las bajas por lesión limitaron la calidad del banquillo de la selección de Estados Unidos, pero la actitud impuesta por Geno Auriemma bastó para mantener alejado al combinado de jugadoras de la WNBA.

El único momento no planificado en la pizarra de Geno Auriemma llegó en la recta final cuando Tina Charles, que no había intentado ni un solo triple en toda su carrera en la Universidad de Connecticut, retó al técnico: “Coach, si la meto de tres, me das 50 dólares”, dijo. Al final, pese a que ni siquiera lo intentó, la anécdota se convirtió en la única disposición táctica no prevista por un entrenador obsesionado con ganar la medalla de oro de la mano de la perfección.

“El entrenador nos dijo que nos tomáramos el partido como una Final Four de la Euroliga Femenina o como un partido de las finales de la WNBA, no como un encuentro de exhibición, y eso hicimos”, confiesa Diana Taurasi, que acabó con 9 puntos y muchas menos excentricidades de las que acostumbraría en un All Star.

Ante tan poca dosis de espectáculo, el público del Mogehan Sun se tomó el debut de Maya Moore como el gran acontecimiento de la noche. La jugadora universitaria, que alternó todas las posiciones exteriores en el campo, demostró estar preparada para dar el salto a la WNBA y concluyó el partido con 12 puntos.

Por cierto, para aquellos espectadores de ESPN que se aburrieron y cambiaron de canal, al final ganó la selección de Estados Unidos por 99 a 72.

Despedida a lo grande de Katie Douglas

Con dos rondas de lanzamiento casi perfectas (logró 47 de 60 puntos posibles), Katie Douglas logró imponerse en el concurso de triples del All Star de la WNBA. “Creo que era mi cuarta participación en el concurso y, sin duda, fue mi mejor actuación”, asegura Katie Douglas, que se impuso Sue Bird, Swin Cash, Monique Currie, Angel McCoughtry y Lindsay Whalen. Los 24 puntos de Douglas en la primera ronda se quedaron a un punto del histórico récord del concurso. En la ronda final, la jugadora de Indiana necesitaba sólo 12 puntos para superar a Swin Cash y Lindsay Whalen, pero se fue hasta los 23. Katie Douglas anunció tras levantar el trofeo que ya no participará en el concurso nunca más.

El concurso de habilidades, un evento creado para desperezar al público o darle tiempo de que se compre comida mientras localiza su butaca, fue ganado por la local Renee Montgomer, que se mostró más rápida que Iziane Castro, Lindsey Harding, Angel McCoughtry, Cappie Pondexter y Lindsay Whalen.

Artículo publicado en Gigantes del Basket el 20 de julio del 2010.