dimecres, 31 de desembre del 2008

El reflejo de Las Vegas en Zaragoza



Un total de 9.085 kilómetros separan a Las Vegas de Zaragoza. Tres jugadores que competirán este fin de semana por la Supercopa fueron protagonistas, de una u otra manera, en la NBA Summer League. Àlex Gozalbo, que viajó hasta allí, nos explica a golpe de anécdota por qué.

Unos 6.400 metros de largo tiene ‘The Strip’, la famosa avenida de Las Vegas en la que se sitúan la mayoría de los casinos y los hoteles que aparecen en las películas. No muy lejos de allí se encuentran el COX Pavilion (3.000 espectadores) y el Thomas and Mack Center (19.500), ambos en la Universidad de Nevada Las Vegas, donde se celebra la NBA Summer League. Decidimos realizar el camino en busca de pistas que nos acerquen a jugadores que huelan a ACB.

Por apenas dos dólares un lujoso autobús de la compañía Citizens Area Transit (CAT) nos ahorra un buen trecho del trayecto, hasta que bajando la avenida un hotel dorado llama nuestra atención a mano izquierda. Se trata del Wynn Las Vegas, un alojamiento en el que todo es colosal. Desde la recreación de una montaña y dos cascadas en un “Lake of Dreams” de más de 6.000 metros cuadrados hasta las más de 1.900 máquinas tragaperras. Son 50 pisos de lujo, flanqueados en la parte trasera por un campo de golf de 18 hoyos.

Allí buscamos la primera pista de la ACB ya que en el alojamiento trabaja Sidney Green, un ex jugador de la NBA que ahora dirige el departamento de marketing del hotel. Además, es el padre de Taurean Green, base del CAI Zaragoza que tomó parte de la NBA Summer League de Las Vegas enrolado en las filas de los Nuggets. Su promedio fue de 6,4 puntos y 1,6 asistencias.

“Es especial, es indescriptible. Estoy como cualquier padre que se siente orgulloso de su hijo. Estoy viendo cómo busca su sueño de ser a un jugador de baloncesto profesional. Está luchando contra algunas adversidades y contra ciertos críticos que no reconocen su verdadero trabajo", explica Sidney Green.

Al descubrir una invitación olvidada en el bolsillo, retomamos ‘The Strip’. EA Sports, principal patrocinador de la NBA Summer League, nos cita en el Casino Palms de Las Vegas a la presentación del “NBA Live 09”. Caminando por la Flamingo Road llegamos al hotel, donde preguntamos por la Hardwood Suite. Es una lujosa habitación que se alquila por 25.000 dólares la noche. Por suerte, no la pagamos nosotros.

Tras los elogios del general manager de los Rockets, Daryl Morey, toma la palabra Brian Ulrico, productor del juego. Su intervención da paso a uno de los momentos más esperados de la noche, el concurso en el que los periodistas pueden competir con una PlayStation de por medio con varios famosos.

Jared Dudley, compañero de Mustafa Shakur en los Charlotte Bobcats, es uno de los tres jugadores de la NBA escogidos para participar activamente en la presentación internacional del NBA Live 09. “¿Dónde está Mus? Necesito que ese Gato Salvaje me pase balones…”, repitió en más de una ocasión Dudley en referencia al nuevo jugador del TAU Cerámica, famoso por su pasado en los Arizona Wildcats (NCAA). De momento, EA Sports no lo ha incluido en el juego.

Mustafa Shakur, eso sí, ayudó a los Bobcats en Las Vegas con una media de 3,4 puntos y 2,2 rebotes. En su último encuentro, disputado el 19 de julio ante los Knicks, el base rozó el triple doble con 7 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Fue un partido en el que su equipo superó los 100 tantos y los espectadores se sintieron satisfechos con los 20 dólares pagados a la entrada.

Al llegar al COX Pavilion nos llama la atención un tenderete del Reebok Eurocamp 2008. “Es como una NBA Summer League, pero con los mejores jugadores de Europa”, se esfuerza la azafata. “Sí, sí, ya la conozco. Se juega en Treviso”, contesta uno de los curiosos. “Efectivamente, en la ciudad italiana donde jugó el chico inglés de los Wolves”, añade otro.

El nuevo jugador del DKV Joventut, Pops Mensah-Bonsu, no es un desconocido en Las Vegas. En un partido de la NBA Summer League de este verano sacó de quicio a los jugadores rivales de Portland Trail Blazers. Entre Jerryd Bayless y Chris Ellis cometieron 13 faltas personales. ¿Trece? Así es; siete uno y seis el otro. Ambos siguieron jugando ya que el límite de faltas se sitúa en las diez infracciones. Es una de las reglas que son diferentes, siempre buscando aumentar el nivel físico del juego.

En el último partido que los Wolves disputaron en la NBA Summer League de Las Vegas Pops Mensah-Bonsu plagió la actuación que le dio la permanencia al CB Granada en la última jornada de la ACB. Si en mayo sumó 22 puntos y 9 rebotes ante el TAU Cerámica, en julio aportó 21 tantos y 8 rechaces ante los Knicks. Al final, el ala-pívot promedió 14,3 puntos y 5,5 rebotes en Las Vegas.

Estas anécdotas sirven para explicar el protagonismo que jugadores como Taurean Green, Mustafa Shakur y Pops Mensah-Bonsu adoptaron en la NBA Summer League de Las Vegas. Año tras año los ojeadores de la ACB acuden en peregrinación para completar sus plantillas con jugadores que se encuentran a las puertas de la NBA.

El “2008 Official Program” de la NBA Summer League de Las Vegas estaba lleno de referencias a los tres jugadores que este fin de semana lucharán por la Supercopa. En la sección “Did you know?”, por ejemplo, uno puede leer que “Mustafa Shakur, base agente libre de los Bobcats, acabó la NBA Summer League de Las Vegas del 2007 empatado como el tercer mejor asistente gracias a sus 6.0 pases por encuentro con Sacramento Kings”.

También se habla de Pops Mensah-Bonsu, a quien erróneamente se sitúa en los Mavs.También se habló mucho en Las Vegas de Andre Barrett, pese a que el genial base del Regal FC Barcelona no estuvo este verano por allí. Su agente en España, David Carro, recibió muchas ofertas para contratarle y en la trastienda de la NBA Summer League se avanzó el acuerdo con el conjunto catalán.

Otros muchos traspasos anduvieron cerca de cerrarse en Las Vegas. Varios equipos de la ACB, por ejemplo, acudieron a la NBA Summer League con el nombre de Anthony Roberson subrayado. Los 14,8 puntos que promedió en los cinco encuentros le sirvieron, en cambio, para ganarse el aprecio de Mike d’Antoni, que le consiguió un contrato garantizado por dos temporadas en los Knicks.

Bobby Brown, el base de los Hornets, también tenía embastada su llegada a España, pero su gran actuación en Las Vegas le llevó a firmar por un conjunto de la NBA. No por los Hornets, que incluso hicieron que Chris Paul le llamara personalmente para tratar de convencerlo, sino por los Kings.

Artículo publicado en ACB.com el 24 de septiembre del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Estados Unidos: De la arrogancia a la humildad


El sábado 16 de agosto España se enfrentará a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Àlex Gozalbo analiza desde Nueva York las nuevas sensaciones con las que el equipo norteamericano afronta el reto.

Estados Unidos escucha las tres letras que forman las siglas ACB y, como mínimo, pone cara de respeto. Algo ha cambiado en la cuna del baloncesto, donde el partido que les debe enfrentar a la selección española el próximo sábado 16 de agosto es visto con aprensión.

“España es una de las favoritas a la medalla de oro gracias al trío que forman Gasol, Calderón y Rubio”, deja escrito Nick Rotunno en la versión online de la revista Slam. Leer una opinión así procedente de Estados Unidos no fue posible hace dos años, cuando España se colgó posteriormente la medalla de oro en el Mundial. Ahora, en cambio, las cosas han cambiado. La arrogancia ha dejado paso a la humildad y la prensa norteamericana hace bandera de ello.

Desde que Lang Whitaker viajara a España para publicar un reportaje en la revista Slam de Ricky Rubio (“The best basketball player you’ve never heard of”), los norteamericanos miran de reojo al base del DKV Joventut. Sienten devoción y miedo a partes iguales. Hace unas semanas Chad Nielsen, otro reconocido periodista norteamericano, viajó a Badalona y Valencia exclusivamente para seguir de cerca el nacimiento del fenómeno de masas que se está generando alrededor del joven jugador. El resultado de su completa investigación vio la luz hace unos días en la publicación ‘ESPN The Magazine’ bajo el titular de “La pistola”. Como es fácil deducir, las comparaciones con Pete Maravich son constantes.

El inicio del artículo no deja dudas sobre la calidad del joven de 17 años: “El mejor base del que nunca has oído hablar pasea a través de las calles de El Masnou, una localidad situada a diez millas de Barcelona”. En el texto se destaca su afán por mejorar, que le llevó a pasar “la mitad del mes de junio en Los Angeles trabajando con un entrenador de tiro buscado por su agente en Estados Unidos, Dan Fegan?”.

Los protagonistas del reportaje que ‘Bounce’ le dedica estos días a Ricky Rubio son Esteve y Tona, sus padres. La Biblia del baloncesto callejero, que se reparte gratuitamente junto a canchas míticas de Nueva York como ‘Rucker Park’ o ‘The Cage’, presenta en sociedad al base. El texto, firmado desde España por Antonio Gil (‘Gigantes del Basket’), se titula “Rubio, The Fenómeno”.

“Conozco a Bobbito García -editor de la revista- y surgió la posibilidad de colaborar con ellos. Les propuse hacer un reportaje sobre Ricky Rubio y les pareció muy bien porque el interés que despierta el jugador en Estados Unidos es cada vez mayor”, explica Gil. En el texto, que va acompañado con una fotografía de Emilio Cobos, se destaca que el base “fue el líder en robos de la ACB”.

La mayoría de medios norteamericanos analizan estos días la cita de Pekín. La revista Time, por ejemplo, dedica su última portada a LeBron James, uno de los 100 atletas que seguir en los Juegos Olímpicos. En un reportaje que firma Sean Gregory se explica que “ahora mismo, EEUU necesita al LeBron James de casa en un partido internacional (…). Pero el juego estadounidense se ha construido con un solo pívot verdadero, Dwight Howard”. Eso, las pocas variantes en el juego interior, es algo que inquieta asiduamente a los analistas norteamericanos. “En España, que defenderá el título de campeón del mundo, destacan Pau Gasol y José Calderón”, destaca el artículo.

Según se destaca en el texto de la revista, al jugador de los Cavs le gusta el lema que USA Basketball ha escogido para los Juegos Olímpicos de Pekín; "Road to redemption”. “Quiero que el baloncesto estadounidense sea dominante otra vez. La gente debe ver el rojo, el blanco y el azul y temernos", opina James.

En la calle 125 de Nueva York, en pleno barrio de Harlem, la “House of Hoops” expone las ocho zapatillas de los jugadores internacionales que más pueden brillar en los Juegos Olímpicos de Pekín. El 51 ½ de Pau Gasol no falta en la colección.

A escasos metros de allí la tienda oferta una camiseta con los nombres de los doce jugadores que buscarán el oro para Estados Unidos. En ella, dos inscripciones importantes. En una, la fecha (“8.8.8”) de inicio de los Juegos Olímpicos. En otra, la frase que quieren convertir en lema: “United we rise”.

Una pantalla de televisión va desvelando las armas con las que Estados Unidos pretende superar a España. Jason Kidd explica su “Fade and finish” con la misma facilidad con la que luego se marchará de sus defensores. Kobe Bryant, por su parte, se entretiene detallando su clásico “Pump fake and pivot”. La novedad es su actitud, no su estrategia.

Tal y como recuerda el especial ‘Olympic Hoops’08’ de la revista ‘Slam’, sólo siete países fuera de Estados Unidos (Alemania, Argentina, Australia, China, Lituania, Puerto Rico y Rusia) tienen, como España, zapatilla de la marca Nike personalizada. Las marcas comerciales ya se frotan los ojos con el duelo que se avecina el sábado 16 de agosto.

El pívot catalán de Los Angeles Lakers es como una obsesión para los norteamericanos. Sam Rubenstein le dedica ocho páginas a Pau Gasol (“Don’t play around 16”) en ese mismo ejemplar especial. “Su estatus como mejor segunda opción de la NBA es seguro. Mientras tanto, su rol en el juego internacional es incluso más pronunciado: reina como el MVP global”, dicen de él, apenas unos párrafos después de recordar su mágica temporada 2000-01 en la ACB.

La revista ‘Sports Illustrated’ dedica tu portada a realizar su (cada cuatro años) clásica “Olympic Preview”. El periodista Alexander Wolff titula su artículo dedicado al equipo norteamericano “The redeam tream”. En él destaca que Jerry Colangelo ha dado desde los despachos un giro de 180 grados al trabajo habitual de la selección estadounidense, imitando los proyectos de Argentina o España. La base del equipo que competirá por el oro en los Juegos Olímpicos lleva tres años trabajando junta.

El cambio que pregona la selección estadounidense es evidente en “The Commitment”, una exposición coordinada por USA Basketball que se puede visitar en pleno barrio neoyorquino de Harlem. Todo hace referencia al compromiso. A la entrada, las camisetas de los 12 jugadores que representarán a Estados Unidos en Pekín. Al fondo, 320 zapatillas rojas, blancas y azules imitando los colores de la bandera norteamericana.

De tres a siete de la tarde los estadounidenses pueden entrar y, tras ver las zapatillas de sus principales rivales (entre las que no faltan las de Pau Gasol), sentarse ante una pantalla que emite los entrenamientos de la selección que entrena Mike Krzyzewski. Todo emana esfuerzo, ganar ya no será nunca más sencillo.

“Lo mejor que he aprendido es cómo los muchachos han aparcado sus egos y sus logros individuales para convertirnos en un equipo. Todos nosotros tiramos por la ventana nuestras individualidades cuando nos reunimos para trabajar juntos en Las Vegas”, recuerda LeBron James con una frase manuscrita en la pared. No importa hacia dónde dirija uno la vista, todo en la exposición hace referencia al equipo, al compromiso y a la unidad.

Al salir, a modo de resumen, el visitante debe leer en voz alta la siguiente frase: “Work hard, sacrifice now and life the rest of your life as a champion”. Esa actitud es, precisamente, la que el sábado 16 de agosto se encontrará España.

Artículo publicado en ACB.com el 7 de agosto del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

La ACB late en el Hall of Fame de Springfield


La historia del baloncesto está expuesta en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame de Springfield. Àlex Gozalbo ha viajado hasta allí para curiosear en el museo y buscar las constantes referencias a la ACB.

La historia del baloncesto se ha construido tradicionalmente de arriba a abajo. Las excepcionales generaciones de buenos jugadores en la elite han provocado el aumento inmediato de licencias en las categorías de formación. Siempre ha sido así. También en España, donde sólo hace falta nombrar los éxitos de la generación de Los Angeles’84 o la de Japón’06. Seguramente por eso la visita al Naismith Memorial Basketball Hall of Fame (Springfield) arranca de arriba, donde en la tercera planta se rinde tributo a todos los premiados, y tiene un sentido descendente, hasta finalizar en una pista donde los más jóvenes se divierten lanzando a canasta. Nada ha cambiado en tanto tiempo, los niños tratan de imitar las gestas de los más grandes.

La visibilidad de la ACB en el museo de Springfield es más que evidente. Lo primero que el visitante se encuentra al salir del ascensor son unas zapatillas de Drazen Petrovic, el recordado genio de Sibenik. Son unas Nike Aire Force que utilizó en su temporada como rookie en la NBA, idénticas a las que usó unos meses antes en el Real Madrid (1988-89).

La presencia del tirador es constante a lo largo del recorrido. Desde su incorporación al Hall of Fame en el año 2004 hasta una selección de imágenes con tiros imposibles (anotados) que se proyecta una y otra vez en el Victory Theatre. El tiempo pasa y las sensaciones son las mismas; puño en alto, piel de gallina.

Encontrar referencias al Real Madrid, el conjunto ACB con mayor presencia, también es habitual en el recorrido por los casi 8.000 metros cuadrados de exposición. La primera aparición es en la vitrina de Pedro Ferrándiz, donde se encuentra una replica exacta de la Euroliga que el Real Madrid logró en la edición de 1995 que se celebró en Zaragoza. Hay más.

El técnico, que comparte con Antonio Díaz Miguel el honor de ser los únicos españoles en Springfield, acumula varios recuerdos en el museo. Desde un trofeo al mejor entrenador de la Liga Española 1974-75 a una placa que el COE le dio hace un par de años. “Maestro, entrenador y guía en el camino del baloncesto y de la vida”, se lee en ella. El bloc de notas con su nombre, y el del resto de galardonados en la edición del 2007, como Phil Jackson o Miko Novosel, se vende rebajado a la salida a 2,99 dólares. Una ganga para los compradores.

Otra de las joyas relacionadas con Ferrándiz que el museo esconde es un artículo de Dan Peterson, que lo califica como “el Red Auerbach de Europa”, sobre todo por su récord de 71 victorias consecutivas en la competición española.

De Antonio Díaz Miguel, distinguido diez años antes (1997), apenas hay referencias ya, más allá de la fotografía y la reseña que acompaña el circular paseo por el Hall of Famers and History Timeline.

Extrañamente tampoco encuentra uno mucha información de George Gervin, el que fuera anotador del TDK Manresa en la temporada 1989-90 y miembro del Hall of Fame desde 1996. “Liso. Gracioso. Creativo. Imparable”, se escribe de él.En la segunda planta, la central del museo, aparecen varias referencias a la ACB. De hecho, hay un apartado (Globalization, basketball around the globe) en el que su presencia es constante. Tanto en la sección de Internationals teams, donde hay colgada una camiseta del Real Madrid, hasta la de International leagues, donde se destaca su papel. Al lado, una fotografía del conjunto blanco, equipo que ganó 12 ligas españolas entre 1960 y 1975.

La única portada que se exhibe de la revista Gigantes del Basket, catalogada en Springfield como la publicación líder del baloncesto en Europa, está dedicada a la ACB. “Al Madrid le sobra Arlaukas”, es el titular de un ejemplar, datado el 7 de octubre de 1997, en el que también se destaca el fichaje de Lucas Victoriano y la distinción del Hall of Fame a Antonio Díaz Miguel.

Otra de las referencias al Real Madrid llega de la mano de Drazen Dalipagic, el que fuera jugador blanco durante la temporada 1982-83. Praja, como era conocido en la capital, fue uno de los jugadores más dominantes de los años 70 y principios de los 80, aunque en España se tuvo que conformar con el segundo puesto por detrás del FC Barcelona.

No muy lejos de allí, a escasos metros, se encuentra una exposición dedicada al conjunto israelí por excelencia: Putting Israel on the map: the Maccabi Tel Aviv. En ella hay una camiseta de Marcus Fizer, el que fuera jugador del CB Murcia (ACB) en la temporada 2006-07.

Más curiosa todavía resulta la presencia de Jimmie Hunter en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame. El nuevo jugador del CB Granada, que antes pasó por Etosa Alicante, Kalise Gran Canaria y CB Murcia, aparece en una de las fotografías de los Harlem Globetrotters, con quien estuvo en el año 2003. En cambio, no hay ni rastro aparente de Gerald Brown, Kaniel Dickens o Andre Larry, otros ex jugadores de la ACB que pasaron por el conjunto de exhibición. Los Globetrotters, como no podía ser de otra manera, cuentan en Springfield con un amplio rincón dedicado a su particular manera de ser embajadores de la buena voluntad y de la fraternidad entre los pueblos.

En 1998 Andy Panko, el tirador del Bruesa GBC, fue elegido como mejor jugador nacional del año por el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame gracias a su temporada con la Lebanon Valley University. El dato se puede consultar en uno de los paneles de la segunda planta, justo antes de bajar a la Center Court.

Es ahí donde finaliza el Hall of Fame o, mejor dicho, donde empieza de nuevo porque como si de un bucle se tratara los más pequeños empiezan a intentar imitar lo que han visto a lo largo del recorrido. Es así como empiezan la mayoría de las historias de los protagonistas del museo; un niño, un balón y toda la ilusión del mundo.

Artículo publicado en ACB.com el 27 de julio del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Que nadie pase hambre


Conocido es por todos que en Estados Unidos no pasan hambre. Cualquiera que haya estado allí sabrá de la cantidad de alimentos que inunda los platos y la continuidad con la que los nativos se sientan delante de ellos. El último invento de una casa mexicana de comida rápida es el ‘Fourth Meal’, para que cualquiera pueda satisfacer su apetito entre la cena y el desayuno. Poco tardarán en copiarle la idea.

El caso es que esta necesidad de comer permanentemente se ha trasladado a nuestro valoncesto. En los pabellones ya no sólo se huele a comida en la grada sino también en los vestuarios y en la sala de prensa. ¿Ejemplos? Cada vez es más habitual ver una escena que aquí consideraríamos, cuanto menos, de mala educación. El entrenador entra a dar la charla previa al partido y varios de los jugadores, sin dejar de escuchar, rellenan con pavo y mantequilla uno de los muchos bagels que hay a la entrada. La fruta es para después del partido, piensan, ahora mejor algo consistente.

Los periodistas también son convenientemente alimentados. Antes del encuentro todos los pabellones de baloncesto profesional ofrecen una cena gratuita para los profesionales de los medios de comunicación. Que nadie piense en un bocadillo. Se trata de un buffet con varios platos y opciones para escoger. Como en un hotel, vamos. El ágape no acaba aquí ya que a la media parte del encuentro hay repostería variada para acompañar el café recién hecho.

Si uno tiene hambre al acabar el partido, lo mejor es tratar de colarse en el ‘Family Room’, donde los familiares y los amigos esperan a que los jugadores atiendan a los medios de comunicación y se duchen. El estilo es diferente, más americano, con comida rápida de todos los estilos. Todo acompañado, eso sí, de salsa barbacoa. Algo que no sacie mucho a quien decide hacer un tentempié, puesto que al salir del pabellón lo primero que hará es detener el coche en cualquier ‘Drive-Through’ cercano, bajar la ventanilla y pedir… más comida.

Artículo publicado el 8 de julio del 2008 en FiatGigantes.es. Consulta aquí el artículo en su entorno original.

Así se ficha en Las Vegas


Este domingo concluye la NBA Summer League de Las Vegas, todo un clásico del tiempo estival. Àlex Gozalbo, periodista freelance especializado en baloncesto, ha viajado hasta allí para conocer cómo funciona la competición y cómo se gestan los fichajes.

Hasta 53 partidos de 21 equipos en apenas 10 días obligan a organizarse muy bien antes de ir a la NBA Summer League de Las Vegas. Una vez allí, el exceso de información puede abrumar a más de uno. Los ojeadores de los clubes más importantes de Europa se concentran estos días en la localidad de Nevada, donde buscan completar sus plantillas con algún jugador interesante.

La mayoría de los ojeadores ha viajado ya a Las Vegas con los deberes hechos y una lista de nombres más o menos cerrada. El desplazamiento sirve, pues, para completar información sobre sus posibles fichajes y empezar a familiarizarse con jugadores que, con el tiempo, pueden ser interesantes. Todos buscan lo mismo; adelantarse a los rivales y descubrir jugadores útiles antes que el resto.

Lo cierto es que no es sencillo ya que los mejores jugadores de la Summer League tienen contrato garantizado en la NBA. Es el caso de Donte Greene (Rockets), Jerryd Bayless (Blazers), JJ Hickson (Cavs), Wilson Chandler (Knicks) o Thaddeus Young (76ers), por citar sólo a los cinco mejores anotadores de la primera semana. En la misma situación están también las mejores elecciones del draft, como OJ Mayo (Grizzlies), Kevin Love (Wolves) o Danilo Gallinari (Knicks). De la primera ronda del draft es, casi siempre, mejor olvidarse. Intocable.

A pesar de ello, los clubes europeos encuentran jugadores interesantes para reforzar sus equipos y cada vez menos conjuntos se quedan sin representación en este tipo de eventos. Al menos nueve de los 18 equipos de la Liga ACB han estado estos días en Las Vegas. La mitad.

Los clubes interesados en fichar tienen la oportunidad de ver un máximo de cinco partidos del jugador al que pretenden, siempre y cuando el entrenador lo alinee en todos ellos, algo que no es habitual ya que los técnicos de las franquicias de la NBA aprovechan para realizar muchas pruebas. Los Dallas Mavericks, entrenados en la NBA Summer League por Dwane Casey, han estado utilizando en Las Vegas a 16 jugadores. Es lo normal.

Con tanto cambio, el speaker no lo tiene sencillo y se apunta en unos papelitos el nombre y el número de los jugadores que hay en pista. A un lado, el equipo que hace las veces de local y juega de color claro. Al otro, el visitante de color oscuro. De los extranjeros, como Marco Belinelli (Warriors), se anota también la pronunciación correcta.

Los altibajos de los jugadores también dificultan su seguimiento en Las Vegas, donde la concentración de partidos trata de imitar la dureza de la competición de la NBA. Incluso dentro de un mismo encuentro el rendimiento fluctúa mucho. Así, por ejemplo, es normal ver como Danilo Gallinari (Knicks) se queda 20 minutos sin anotar y suma 14 tantos en los diez siguientes.

La mayoría de los partidos de la NBA Summer League de Las Vegas se juegan en el COX Pavilion (3.000 espectadores) y el resto, en el Thomas and Mack Center (19.500), un pabellón en el que están colgadas ocho camisetas del techo. Entre ellas, las de Reggie Theus (#23), Stacey Augmon (#32), Larry Johnson (#4) o Greg Anthony (#50).

Ambos pabellones, que se encuentran en el recinto de la Universidad de Nevada Las Vegas, están comunicados por el mismo hall. Ahí se concentra buena parte de la actividad, del mercadeo. Por 20 dólares los clubes pueden hacerse con una copia en DVD del partido que soliciten. Es uno de los pocos servicios que tienen ya que si quieren estadísticas o datos sobre la trayectoria de los jugadores participantes deberán buscarse a un conocido en la (inaccesible para el que no sea periodista) zona de prensa.

Es, precisamente, en el hall que comunica ambos pabellones donde tienen lugar buena parte de las conversaciones de los agentes con los representantes de los clubes. El resto se producen en la grada, situación que permite ir comentando detalles sobre las características del jugador sobre el cual se está negociando. Si el futurible anota, el agente remarca sus buenos porcentajes de tiro. Si falla, el ojeador aprovecha para pedir una rebaja en el precio.

Los clubes tratan de aprovechar el viaje a Estados Unidos para recalar cuanta más información posible del jugador pretendido. Hablan con compañeros, entrenadores, agentes y cualquiera que lo conozca. Piden datos sobre sus características en la pista (“¿defiende?”, “¿está acostumbrado a jugarse los balones decisivos?”), pero también sobre su vida fuera de las canchas (“¿qué tal es?”, “¿está casado?”, “¿qué notas sacó en la universidad?”). Todo suma y resta, según sea el caso.

Para seguir los partidos cada cual prefiere situarse en una parte diferente del pabellón. Hay ojeadores que prefieren una visión clásica del partido y buscan acomodo en un lateral de la grada. Hay, por el contrario, quienes se posicionan tras la canasta porque quieren ver de cerca cada gesto del jugador. “Si buscas un base, por ejemplo, es bueno escuchar todo lo que dice durante el juego. Saber si ordena a sus compañeros o se limita a pedir el balón”, nos explican.

Los ojeadores también intentan hablar, en persona o por teléfono, con los jugadores para conocer si su interés por viajar a Europa es verdadero. Éstos se suelen mostrar esquivos y distantes, así que la conversación no suele servir de mucho. Los clubes, eso sí, se aseguran que el mensaje le llega al jugador, pues son muchos los agentes que presumen de tener a un jugador y no es sencillo verificar si la información es correcta. De hecho, es fácil que a un mismo equipo le oferten el mismo jugador varios representantes diferentes. “No es mío, pero puedo llegar a él”, se excusan cuando uno trata de poner orden.

La entrada diaria, que permite ver de cuatro a seis partidos, cuesta 20 dólares y el pase para los diez días, 150 dólares. Los ojeadores de los clubes no se escapan de pagar ya que el evento no deja de ser un negocio. En la ciudad del entretenimiento por excelencia todo tiene su precio. De hecho, la mayoría de espectadores que acuden a presenciar los encuentros tiene alguna vinculación con el baloncesto. De turistas, más bien pocos.

Los jugadores que actúan en la NBA Summer League de Las Vegas deben tener tres o menos años de experiencia en la NBA. Ésa es una de las pocas normas que los clubes deben cumplir. El resto de las reglas son más o menos las mismas, aunque los partidos se juegan a cuatro cuartos de diez minutos y los jugadores pueden cometer hasta diez faltas personales, cuatro más de lo permitido en la NBA. “Se busca que haya contacto, que se pueda comprobar si un jugador es duro o no”, nos explican.

Hay otros asuntos logísticos que no son sencillos de resolver para los ojeadores. ¿Ejemplos? Desde el clásico problema para encontrar un taxi de vuelta a ‘The Strip’, donde están la mayoría de los hoteles, a la odisea de alimentarse como es debido. Si uno sigue todos los partidos, estará en la Universidad de Nevada Las Vegas desde antes de la una del mediodía hasta pasadas las diez de la noche. Por tanto, deberá almorzar y cenar allí. El ‘Cox Coffee’ es el único sitio en el que comer. Una vez se aprende que los ‘Hot Dogs’ se llaman ‘Rebels’, todo es más sencillo, pero la variedad de opciones no abruma. Tres dólares por el perrito y tres más si se acompaña con nachos, no hay mucho más donde elegir.

Nadie dijo que fichar fuera sencillo y es por ello que muchos de los clubes de la Liga ACB siguen realizando este peregrinaje anual a Las Vegas, donde este año han pasado, al menos, representantes de Akasvayu Girona, FC Barcelona, CAI Zaragoza, Cajasol, CB Granada, Kalise Gran Canaria, Pamesa Valencia, TAU Cerámica y ViveMenorca.
Artículo publicado en ACB.com el 17 de julio del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Sello WNBA, impacto inminente


La Liga Femenina 2008-09 tendrá al menos cuatro novedades procedentes de la WNBA. Àlex Gozalbo, jefe de prensa de Ciudad Ros Casares y periodista freelance especializado en baloncesto, se ha desplazado hasta Estados Unidos para conocerlas antes que nadie.

La Liga Femenina 2008-09 tendrá muchas caras nuevas. Algunas de las más interesantes proceden de la WNBA, que este año terminará más tarde de lo habitual por los Juegos Olímpicos de Pekín. Al menos cuatro jugadoras debutarán en España tras competir en la WNBA. Àlex Gozalbo se ha pasado este verano dos meses en Estados Unidos, donde ha visto más de 20 partidos de la WNBA en ciudades como Minneapolis, Atlanta y Nueva York.

El Perfumerías Avenida apuesta por Michelle Snow para consolidar su puesto de cinco. Un buen partido para verla en acción es el que enfrenta a su equipo, Houston Comets, con Minnesota Lynx. El encuentro se disputa en el Target Center de Minneapolis y sirve para analizarla ante Nicole Ohlde, quien fuera pívot del conjunto de Salamanca.

El primer tiro de Snow da en el canto del tablero, pero es una falsa alarma porque el segundo va dentro. Espigada y de brazos excepcionalmente largos, la nueva jugadora del Perfumerías Avenida se hace con todos los rebotes habidos y por haber gracias a su gran capacidad de salto. Sorprende que dentro de la pista no esté ni un segundo callada, describiendo sus acciones como si de un locutor de radio se tratara. “Taponé el balón”, grita tras uno de sus primeros gorros. “La tengo”, exclama cuando captura un rebote.

Carme Lluveras, general manager de Ciudad Ros Casares, se la mira desde el fondo del banquillo de Minnesota Lynx. Snow es fácil de distinguir pues luce una llamativa cinta roja en el pelo y una muñequera cerca del codo, al estilo de tantos y tantos jugadores en la NBA.

Al final, 8 puntos, 9 rebotes y 2 tapones en algo más de 23 minutos de juego y victoria de Houston Comets en la pista de Minnesota Lynx (65-72) ante 5.865 testigos. Lo mejor, una buena colocación defensiva, buenos porcentajes cerca de canasta y, sobre todo, su enorme capacidad de salto para rebotear y taponar. A mejorar, su tiro lejano.

En el encuentro, eso sí, quien más brilla es Shannon Johnson (16 puntos y 6 asistencias para Houston Comets). La base volverá a la Liga Femenina de la mano del EBE Promociones Santa Eulalia.

Estaba previsto ver a Eshaya Murphy, la nueva jugadora del CB San José, en ese mismo partido, pero Minnesota Lynx decidió traspasarla a Detroit Shock y hubo que esperar unos días para verla en acción. La máxima anotadora de la FIBA Eurocup 2007-08 tenía hasta una grada en el Target Center, el pabellón con capacidad para 20.500 espectadores en el que juegan las Minnesota Lynx. Se trataba de los asientos del acceso 133, conocido como ‘Murphy’s Mob’.

Es en Atlanta, y ya con la camiseta de Detroit Shock, cuando vemos por primera vez a Eshaya Murphy. Sale de titular como escolta y se muestra algo irregular (2/7) en el tiro, su gran especialidad, pero colabora con cinco rebotes, otra de sus virtudes, a la victoria de su equipo. La temporada pasada logró finalizar nueve partidos con dobles dígitos en puntos y rebotes, algo que no será infrecuente en la Liga Femenina donde “Shay”, como prefiere ser conocida, causará un impacto evidente. Atención a su anticipación en defensa, una virtud que le permitirá sumar muchos puntos fáciles. El encuentro acaba con 100-92 y triunfo para Detroit Shock.

Para seguir a Tamera Young, la nueva escolta de Extrugasa, hay que viajar hasta Atlanta, donde juegan las Dream. El Phillips Arena registra una buena entrada, con casi 10.000 espectadores. La mayoría de ellos agitan las clásicas toallas blancas repartidas por el club. El equipo vuelve a perder, esta noche ante Phoenix Mercury (97-79), pero Young repite un partido descomunal con 15 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias. Será, ya lo podemos decir ahora, una de las grandes anotadoras de la Liga Femenina.

La rookie luce el dorsal 23 y no sólo eso la asemeja a Michael Jordan. Sin entrar en comparaciones exageradas, Tamera Young es capaz de generarse sus propios tiros de media distancia en el uno contra uno. Cuando no saca ventaja en el dribling, aprovecha sus largos brazos para sacar el balón desde muy atrás y evitar el tapón.

En un equipo sin apenas pivots, Young colabora acudiendo con asiduidad al rebote ofensivo. Su rapidez le permite coger desprevenido al vigente campeón de la WNBA en varias ocasiones. Las defensoras ven su cinta blanca del pelo en la línea de tres y, al poco tiempo, debajo del aro, donde ya salta a por el rebote.

En ese partido Le’Coe Willingham (Phoenix Mercury), que reforzará al Perfumerías Avenida, acaba con 14 puntos y 9 rebotes, saliendo como titular. Kasha Terry (Atlanta Dream), que regresa a la Liga Femenina de la mano del CB Olesa Espanyol, aporta 11 puntos y 5 rebotes saliendo desde el banquillo.

Unos días más tarde, ante Houston Comets (65-72), Young muestra su cara más irregular, fallando los cuatro lanzamientos que intenta. Es a noche es Sancho Lyttle, que la próxima temporada repetirá en el EBE Promociones Santa Eulalia, quien destaca en el partido del Phillips Arena con 15 puntos y 18 rebotes. La lesión de Erika de Souza, quien disputará su tercera temporada en Ciudad Ros Casares, evita la repetición en la pintura del enfrentamiento que se vio, por ejemplo, en la semifinal de la Copa de la Reina.

La presencia de Sequoia Holmes, todavía una rookie en la WNBA, pasa más desapercibida en Houston Comets. Sale como alero titular junto a las que serán sus compañeras en Ibiza, Shannon Johnson y Sancho Lyttle, pero falla los siete lanzamientos que intenta.

Los porcentajes que promedia Holmes en el tiros de tres (11%) no deben preocupar al EBE Promociones Santa Eulalia, pues es una jugadora que marca las diferencias atrás gracias a su velocidad y agilidad en defensa. Roba y tapona muchos balones, saliendo con mucha velocidad a la contra. Ésa es, sin duda, la gran virtud de esta versátil exterior; la defensa.

DeLisha Milton-Jones, a quien su gran temporada en Los Angeles Sparks le ha devuelto a la selección de Estados Unidos, y Roneeka Hodges, que tras ser traspasada a Houston Comets goza de minutos de juego, también están brillando en la WNBA. Ambas coincidirán en Valencia, donde jugarán para Ciudad Ros Casares.

En las últimas horas, además, el Joventut Mariana ha anunciado el fichaje de Murriel Page, que está defendiendo los intereses de Los Angeles Sparks. En total, al menos 13 jugadoras (cuatro de ellas, nuevas) son las que cuando finalice la WNBA viajarán a España para disputar la Liga Femenina, una de las mejores de su historia.
Artículo publicado en FEB.es el 17 de julio del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Pierce gana la batalla por la redención


La batalla por la redención, la que enfrentaba a Paul Pierce con Kobe Bryant, ya tiene vencedor. Àlex Gozalbo, periodista freelance especializado en baloncesto, nos acerca desde Estados Unidos al MVP de las finales de la NBA.

“Battle for redemption”. El titular de la revista Sports Illustrated no dejaba dudas sobre qué había en juego en la gran final de la NBA. A un lado, Paul Pierce, el alero formado en Kansas que llegó a los Boston Celtics para devolverle al equipo glorias pasadas. Al otro, Kobe Bryant, el MVP de la temporada que quería darle a Los Angeles Lakers su primer CSS (Campeonato Sin Shaq).

Ninguno de los dos lo tenía sencillo. La temporada 2006-07 fue nefasta para ambas franquicias. Boston Celtics (24-58) ni siquiera se clasificó para los Playoffs por el anillo y Los Angeles Lakers (42-40) cayó eliminado en primera ronda. En apenas unos meses todo cambió y las dos estrellas guiaron a sus respectivos equipos a una de las finales más esperadas de los últimos tiempos.

Paul Pierce ha logrado romper la maldición de Sports Illustrated, ésa que explica que desde hace más de 40 años quien aparecía en la portada de la revista al inicio de la temporada no lograba el anillo. El alero, coronado como MVP de las finales de la NBA, ha dado el paso definitivo en su carrera, devolviendo a los Celtics a sus mejores momentos.

En el primer partido de la serie, Paul Pierce llevaba diez puntos cuando se lesionó. Fue llevado a los vestuarios en silla de ruedas y a los pocos minutos regresó a la pista. Justo cuando recorría el túnel que comunica los vestuarios con la cancha, un operario de los Celtics lo frenó. La música de ‘Rocky’ no estaba preparada. Tras recibir un gesto de aprobación, el alero de Boston volvió para anotar 12 puntos decisivos. Phil Jackson y Bill Plaschke fueron los primeros en ironizar sobre su milagrosa recuperación. “No sé si le visitaron unos ángeles en el vestuario o qué sucedió. ¿Tal vez estaba Oral Roberts allí dentro?", dijo el entrenador de los Lakers en referencia al predicador evangélico que se hizo famoso explicando los seis pasos que todo creyente debe dar para sanarse. “Estaba tan lesionado que, en cuanto entró en la pista, se puso a correr entre los sorprendidos defensores de los Lakers. Le dolía tanto que anotó tres triples consecutivos en el último cuarto, que pusieron por delante a los Celtics. ¡Venga!", escribió el columnista de ‘Los Angeles Times'. Sea como fuera, 22 puntos y 4 rebotes para un 98-88 (1-0).

En el segundo partido la actuación de Paul Pierce volvió a ser letal. En la pista y en el videomarcador del TD Banknorth Garden. Cuando los Lakers se pusieron a dos puntos Glenn ‘Doc’ Rivers solicitó tiempo muerto y apareció la cara del alero en las cuatro pantallas centrales. Era un mensaje grabado. “Desde que llegué a los Celtics he soñado con momentos como éste, así que ha llegado la hora de que te levantes de tu asiento, te emociones con nosotros, grites y nos ayudes a ganar. Let’s go Celtics”, chilló Pierce y, desde ese momento, los Lakers no volvieron a anotar en el encuentro. Al final, 108-102 (2-0) con 28 puntos, 8 asistencias y 4 rebotes de Paul Pierce.

Buena parte de la prensa que ha seguido las finales de la NBA, entre los que había 27 periodistas españoles, se ha quejado del nivel de juego. Uno de los críticos más contundentes ha sido Bob Ryan, que publicó en el ‘Boston Globe’ una columna titulada “It has to get better than this”, donde venía a decir que cualquier Celtics-Lakers pasado fue mejor. Fue Patrick Cassidy quien antes le contestó, empeñado como están en su revista ‘Dime’ en calificar la presente temporada como la mejor de la historia (“The best season ever”). Viendo a Paul Pierce (6 puntos con 2/18 en tiros de campo) en el tercer encuentro, uno estaría más de acuerdo con la opinión el primero. El encuentro acabó con 87-81 (2-1) y quizás fue uno de las pocas sombras en la trayectoria del MVP de las finales.

Cuando los Lakers ganaban por 24 puntos en el cuarto encuentro de la serie, en la mayoría de los locales de Canal Street, donde los fans de los Celtics siguen los partidos de su equipo cuando éste juega fuera de Boston, le quitaron la voz a la retransmisión de ABC/ESPN para poner música. Los comentaristas Mike Breen, Jeff Van Gundy y, sobre todo, Mark Jackson, el más charlatán de todos, se quedaron en silencio. Las camareras del ‘Hurricane’ y del ‘Four’s’ se dedicaron durante unos minutos a rellenar los vasos con sus mangueras de bebidas carbonatadas. La espectacular remontada de los Celtics devolvió todo a su normalidad. Al final, 91-97 (3-1) con 20 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes de Paul Pierce.

La acción decisiva de Paul Pierce en el quinto partido, en cambio, no fue positiva. Con 97-95 en el marcador, el alero se dejó robar una pelota decisiva por Kobe Bryant. Sus 38 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes se quedaron sin recompensa en el 103-98 (3-2) final. “Paul Pierce es uno de mis jugadores favoritos en la NBA”, confesó Kobe Bryant, echándole un cable al abatido jugador de los Celtics. Pese a la derrota, el caché de Pierce siguió subiendo y la ‘Athlon Sports Collectibles’, una casa especializada en recuerdos de grandes deportistas, no tardó demasiadas horas en poner a la venta en internet una fotografía firmada por el nuevo ídolo de los Celtics al precio de 149 dólares.

Antes del sexto y definitivo partido la atención la aglutinaron Patrick Roy y Scott Collins, dos de los entrenadores que formaron a Paul Pierce en el Inglewood High School. Cuando el alero estaba en su segundo año (sophomore), los técnicos le preguntaron si quería mejorar su juego antes de ir a clase. “¿Quién quiere levantarse a las 5.30 horas para ir a entrenar? Ahora no, pero entonces era un niño con sueños y quería desarrollar una ética de trabajo”, recordaba Pierce el jueves en un artículo de Jeff Zillgitt en el ‘USA Today’.

Al descanso del sexto partido las cámaras de televisión detuvieron a Paul Pierce, que se quedó en la pista respondiendo varias preguntas. Al finalizar, mientras encaminaba sólo el camino por el túnel de vestuarios, empezó a gritar como un poseso. Fue, sin duda, el primer momento en el que se sintió ganador del anillo. Su equipo vencía por 58-35 y quedaban 24 insustanciales minutos. No fue su mejor partido (17 puntos y 10 asistencias), pero sirvió para lograr el título. Los últimos minutos los vivió desde el banquillo, festejando las canastas de Kevin Garnett y Ray Allen, los otros dos puntales de “The Big Three”. Luego, empezó a abrazar uno por uno a todos sus compañeros, hasta que decidió -como manda la tradición de otros deportes americanos- vaciar el cubo de ‘Gatorade’ sobre Glenn ‘Doc’ Rivers. Un histórico 131-92 (4-2) y el MVP para Paul Pierce.

Los jóvenes que tienen menos de 22 años no habían visto nunca ganar a su equipo un anillo ya que el último databa de 1986. Es más, para muchos era más normal ver festejar en Boston un título de la selección italiana de fútbol que uno de los Celtics. No en vano, cuando ‘La Azzurra’ se impuso en el Mundial del 2006, miles de aficionados inundaron las calles de North End, el barrio conocido como ‘La pequeña Italia’.

Ahora todos correrán a comprarse el tradicional y conmemorativo “World Championship Book” por 19,95 dólares con las mejores fotografías y todas las estadísticas de la final. Miles de hinchas se lanzarán a las calles de la tranquila Boston para festejar el 17º título de la franquicia. Gracias, entre otras cosas, a Paul Pierce.

Artículo publicado en ACB.com el 18 de junio del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Un susurro (vital) desde Minneapolis


En Estados Unidos ya han salido revistas anunciando el título de los Boston Celtics. Con el 3-1 nadie confía en la remontada de Los Angeles, así que Àlex Gozalbo, periodista freelance especializado en baloncesto, se ha desplazado hasta Minneapolis, donde nacieron los Lakers, para comprobar si las finales de la NBA están ya sentenciadas o no.

“2008 NBA Championship. Boston Celtics. The new dynasty begins” es el título de una revista que ya se puede encontrar en los quioscos de Estados Unidos al precio de 6,99 dólares. En la carta del editor que abre la publicación se habla de la trayectoria del equipo que entrena Glenn ‘Doc’ Rivers hasta el anillo, obviando, eso sí, los detalles sobre los partidos de la final de la NBA.

En el “NBA’s Media Hospitality”, donde cualquier canapé lleva mantequilla, los periodistas de todo el mundo tampoco le dan muchas opciones al equipo de Los Angeles. Repiten una y otra vez que de las seis veces que ambos conjuntos se han enfrentado esta temporada, Boston se ha llevado cinco victorias.

Si hay alguna pista que pueda hacer creer a los aficionados de Los Angeles Lakers que la remontada es posible, ésta no debería andar lejos de Minneapolis, donde tuvieron su origen los Lakers. Como el quinto partido no es hasta el domingo, me parece un destino interesante.

Lo primero que uno entiende al llegar a Minneapolis es la elección del nombre de Lakers. Dicen que es la tierra de los 10.000 lagos, pero lo cierto es que hay un total de 11.842. Eso sí, más allá de eso no quedan muchas pistas visibles del equipo de baloncesto que desde 1947 hasta 1960 residió en la ciudad. Al menos, a primera vista. Todas las preguntas sobre los Minneapolis Lakers a los amables transeúntes (“Have a nice day”, repiten una y otra vez) nos dirigen a un miserable equipo de béisbol que compite en la liga local.

Plano en mano vamos en busca del Minneapolis Auditorium donde el conjunto disputó sus partidos. Al llegar a la intersección de la 11th Street con Nicollet Avenue no hay ni rastro del recinto con capacidad para 10.000 espectadores que fue construido en 1927. “Llegas 20 años tarde”, me dice el bedel del Minneapolis Concention Center, el edificio que ahora ocupa su lugar. Al parecer la pista de baloncesto fue demolida en 1989.

De camino a la Minneapolis Library me detengo en la esquina de la 5th Street con la 2nd Avenue, donde una mítica tienda de deportes cerrará sus puertas el día 30 de junio. “Tuvimos muchas cosas de los Minneapolis Lakers, pero ahora ya no. ¿Baloncesto? Sólo tenemos material de los Timberwolves y las Lynx”, me explica el dependiente. Como pone poco interés en atender a mis preguntas, decido ojear por mi cuenta la Minnesota’s Largest Official Pro Shop. Ni rastro de los Lakers, aunque la camiseta de Kevin Garnett con los T’wolves está ofertada a cinco dólares y bien merece un comentario.

Ya en la biblioteca me encuentro con “Mr. Basketball: George Mikan, the Minneapolis Lakers and the birth of the NBA”. El libro, escrito el año pasado por Michael Schumacher, recoge algunas anécdotas interesantes, como las que condujeron a algunos cambios en la normativa del juego. Tantos tapones lograba que en 1943 nació la regla del “goaltending” (1) y tantos 2+1 lograba que en 1951 se alejó la línea de tiros libres.

No encuentro la que me cuenta John Hareas sobre los aficionados de los Syracuse Nationals, que hicieron caso a un periodista que escribió que George Mikan era alérgico al humo del tabaco y llenaron el pabellón de cigarrillos en el segundo partido de la final de 1950. El pívot respondió con 32 puntos y ni un estornudo.

Tal y como leo más tarde en una placa suya que se encuentra a la entrada del Target Center, “millones de personas han jugado al baloncesto, pero sólo unas pocas de ellas han logrado cambiar el juego”. En la puerta principal del pabellón, que ahora es la casa de los Minnesota Timberwolves, hay una estatua de bronce a tamaño real con la figura de George Mikan.

Los recuerdos sobre los Minneapolis Lakers comienzan a aparecer. Justo al lado del NBA City Restaurant, todavía dentro del pabellón, hay una tienda donde las camisetas de Kobe Bryant se venden a 85 dólares y las de George Mikan, a 300. Tal cual.

Mientras busco la salida del pabellón me encuentro con un expositor de Sweetwater Jones (2), un jugador que presume de ser el más bajo en haber debutado en la NBA. “Mido 3,11 pulgadas, 3,02 sin mi peinado afro”, advierte junto a presuntas fotografías y trofeos. Al final todo resulta ser una campaña publicitaria de la agencia Martin and Williams protagonizada por un actor que pretende ser la antítesis de Mikan. Sirve para echar unas risas.

Al finalizar la carcajada, me paro a pensar en el motivo real de mi visita a Minneapolis. He paseado todo el día y todavía no he encontrado ninguna pista que pueda hacer creer a los Lakers en la remontada. Es entonces cuando me encuentro con lo que parece el estudio de la Minnesota Public Radio. En una de sus paredes, la siguiente frase: “Me rompí el brazo, me rompí la pierna y yo no puedo decir cuantos golpes tengo en la cara, pero siempre seguí jugando”.

La sentencia fue pronunciada, cómo no, por George Mikan, el ex jugador de los Minneapolis Lakers, en 1991, cuando concedió una de sus últimas entrevistas. Quizás haya en ella una pizca de la receta que necesitan Los Angeles Lakers para iniciar la remontada. El domingo lo sabremos.

(1) Regla que impide taponar el balón si éste ya ha iniciado la trayectoria descendente y tiene posibilidad de acabar dentro del aro.

(2) La presunta y divertida página web de Archibald Sweetwater Jones es www.sweetwaterjones.com.

Artículo publicado en ACB.com el 13 de junio del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Un paseo (apasionado) por Boston


Àlex Gozalbo, periodista freelance especializado en baloncesto, se encuentra en Boston, donde este domingo piensa repetir el apasionante paseo previo a la final que el jueves realizó hasta el TD Banknorth Garden. Si eres de los que se ha quedado en España y está viendo la final por televisión, aprovecha estas líneas para acercarte al ambiente de Boston.

El paseo por Boston arranca tras la hora de comer en Fenway, donde las ceras se dividen entre los aficionados vestidos de rojo que quieren ver a los Red Sox y los de verde, que son hinchas de los Celtics. Ambos comparten ciudad, sólo eso. Da la sensación de que se han puesto de acuerdo incluso para repartirse las ceras. Pocos escogen la equivocada.

Entre la muchedumbre, una cara conocida, John J. Havlicek, el ex jugador de los Celtics al que le da tiempo de hacer “The ceremonial first pitch” en Fenway (19.05 horas) antes de acudir al TD Banknorth Garden (21 horas). El partido de béisbol, como nos recordarán al descanso del de baloncesto, acaba con triunfo de los Red Sox de Boston sobre los Rays de Tampa Bay (7-1). Pelea incluida. La otra batalla, la de la popularidad, la ganan esta vez los Celtics. Sólo hay que ver la Red Sox Store, donde los hinchas le piden al empleado que suba el volumen de un televisor en el que se emite la previa de la final de la NBA.

Boston es lo más parecido a Llíria (Valencia) que uno se ha encontrado nunca. Baloncesto y música comparten espacio sin ruborizarse. Uno pasa por The Boston Conservatory y, luego, por Berklee College of Music, justo antes de cruzar la Massachusets Avenue, conocida como “Avenue of music”. Más tarde, llegan las tiendas de baloncesto y los carteles que anuncian la final de la NBA.

También es ésta una ciudad de contrastes. A un lado de Boylston Street, The Boston Public Library. Al otro, una Apple Store de hasta tres plantas. Más adelante, la Trynity Church comparte protagonismo con el rascacielos John Hancock. Siempre así, el pasado y el futuro de la mano. La imagen más contundente llega en la City Hall, donde a un lado se iza la bandera multicolor gay en la fiesta que da inicio a la “Pride week” y del otro procede la megafonía de la NBA Nation, la gran feria que reúne varias actividades promocionales de la competición profesional.

Difícil es pasar por el Four Seasons Hotel, donde se alojan los Lakers. Hay que cambiar de cera para evitar la ira de los policías, que tratan a cualquier viandante como si de un potencial terrorista se tratara. ¿Quién querría atentar contra los Lakers? Ni siquiera los fans de los Celtics. “Todo héroe necesita a su villano”, trato de explicarle al policía antes de cambiar el paso cuando hace el gesto de ponerme las manillas. La gente de aquí lleva 21 años esperando una final así. La cifra no es caprichosa y me la recuerda un tipo que se queja de los accesos al pabellón: “Llevamos 21 años esperando y todavía no estamos preparados”, me dice irónicamente.

La zona está plagada de unos extraños vehículos que llevan la inscripción de Boston Duck Tours. Se trata de una especie de aerodeslizadores (los “hovercrafts” de los Gi-Joe serían un buen ejemplo) que enseñan la ciudad primero por la tierra y, luego, por el agua. Los conductores, micrófono incorporado, tienen tiempo de esquivar taxis y explicar las vistas al mismo tiempo. La gente está tan acostumbrada a verlos como a tomar café en un Starbucks, pero a mí me dejan sin habla. Subir cuesta 29 dólares y nadie garantiza que se llegue con vida al final del recorrido turístico.

Dejando a la izquierda el famoso barrio de Beacon Hill, se llega pronto al TD Banknorth Garden. En Canal Street se reúne todo el ambiente previo, las cervezas vamos. En el Hurricane, por ejemplo, la “Pre-game party” arranca a las 18.30 horas, dos horas y media antes del partido. En el Four’s, el bar en el que son igual de bien recibidos los hinchas de los Celtics que los de los Bruins (hockey sobre hielo), tampoco se lo pasan mal, aunque los precios son otra historia.

No es mentira que en Boston la mayoría sean blancos. Seguramente por eso me alegré cuando se me acercó un norteamericano de raza negra. “Me gusta la camiseta que llevas”, me dijo refiriéndose a uno de los últimos diseños de Play Attitude para la Liga ACB, el de “24 Última posesión”. “Y a mí tu pelo”, acerté a responder señalándole unas cuidadas rastas. Ahí nació una amistad de esas que duran apenas cinco minutos. El tipo me enseñó el lugar en el que conseguir entradas de reventa, justo delante del Sports Grille Boston. Las de 30 dólares se vendían a 350. “¿Qué queréis? Es la final”, anunciaba el vendedor. “Las más seguras son los pases alargados de la gente que hizo prereservas al inicio de los playoffs. Ésas no se pueden falsificar. De las otras no hay que fiarse”, me aconsejó como si yo necesitara una.

Para los que no habíamos estado nunca en el TD Banknorth Garden lo que más sorprende al entrar es que está dentro de una gigantesca estación de tren (North Station), con la que comparte hall. Es por allí donde nos encontramos a Marc Gasol, que pasa inadvertido junto a unos aficionados que gritan “Beat LA” sin parar. La tienda Pro Shop es de visita obligatoria antes de subir las escaleras mecánicas. Excelente la idea de hacer camisetas rememorando los duelos históricos entre los Lakers y los Celtics. Pocos 25 dólares me gastaré aquí mejor invertidos. Ya lo dice Magic Johnson en la portada de Sports Illustrated: “Era la final que América quería”.

Más chapuceras son las camisetas blancas que regalan a cada aficionado. Le esperan en su asiento. Un “Beat LA” acompañado de publicidad no es el mejor recuerdo de una final de la NBA, seguro. Mucho mejor es el montaje, sin ir más lejos, con las caras de Kobe Bryant y Kevin Garnett que aparece en The 2008 Finals Commemorative Program, una pieza de coleccionista por apenas 10 dólares.

Una vez dentro del TD Banknorth Garden es el videomarcador quien organiza la fiesta. Decide cuando hay que gritar (los “D-Fense” o “Let’s go Celtics” son habituales) y cuando emocionarse. El realizador lo borda e intercala imágenes históricas con tomas en directo de Kevin Garnett completando los estiramientos en el vestuario. La música es de Phil Collins (“In the air tonight”). En el montaje no falta la mejor imagen televisiva de las últimas décadas, ésa en la que se ve a Paul Pierce ladeando la cabeza y hablándole a un nervioso Al Harrington mientras bota y bota el balón hasta consumir la posesión y lograr la canasta decisiva. La gente la celebra como si fuera en directo.

Los gritos a Pau Gasol no son tan originales. “Go back to Europe”, dice uno tras su primera canasta. “Go to the Sparks”, le aconseja otro cuando consigue la segunda. A la tercera, silencio. Se ha ganado ya el respeto del TD Banknorth Garden. Eso sí, parece que la media parte se acerca y el público busca gigantescos trozos de pizza en el Campione y aceitosas tiras de pollo con patatas fritas en el Frank House. Hay cientos dentro del pabellón, pero uno prefiere ver una exposición que pasa desapercibida para el resto. Se encuentra en los pasillos de la zona más elevada del recinto y lleva por título The Garden Moments. En ella, excelentes fotografías para entender un poco mejor la historia (deportiva o no) de Boston.

Del primer partido, poco más que añadir a la crónica de Álvaro Paricio. Yo me quedo con Phil Jackson, tan pendiente de todo como para quitarse el micrófono que llevaba en la corbata y dejarlo en la silla antes de levantarse a increpar a un árbitro. Me sigue sorprendiendo que dedique la mayor parte de los tiempos muertos a pensar y escribir en la pizarra. El técnico empieza a dirigirse a sus jugadores (apenas 10 segundos utiliza), cuando el rival acude ya a la pista de juego.

Bonito paseo, aunque algo largo para regresar cuando finaliza el partido alrededor de las 12 de la noche. Mejor coger la abarrotada y caduca línea verde del metro y rehacer el camino a la inversa. El domingo, a repetirlo.

Artículo publicado en ACB.com el 7 de junio del 2008. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

De los tirantes a la corbata


¿Qué tienen en común Pepu Hernández, Txus Vidorreta y Mariano de Pablos? Sí, son entrenadores, pero también comparten pasado en los Medios de Comunicación. Antes ‘plumillas’, han pasado de llevar tirantes, como manda la tradición periodística norteamericana, a utilizar corbata, requisito imprescindible para técnicos de tan alto nivel. Àlex Gozalbo retrata junto a los tres técnicos su pasada faceta periodística, nutrida de prácticas en la radio y en un entorno muy poco relacionado con el baloncesto. “Era agotador, pero bonito”, resume Vidorreta, que como sus colegas tuvo que compaginar ambas profesiones hasta decantarse por el baloncesto.

Pepu Hernández, Txus Vidorreta y Mariano de Pablos tienen en común muchas cosas. Una de ellas es que son grandes entrenadores, pero no es la única. Los tres comparten un pasado ligado a los medios de comunicación. Su caso, así como el de Kiko Martín y José Luis Mateo, con un peso específico en la estructura de ViveMenorca y C.B. Granada, abre un puente apasionante desde el periodismo hasta el mundo del baloncesto. ¿Quién se atreve a cruzarlo?

El seleccionador nacional, Pepu Hernández, no tiene inconveniente en reconocer que “hasta Navidad, cuando se acercaban los exámenes, no iba mucho por la facultad. No terminé la carrera, pero sí tuve la oportunidad de hacer algunas prácticas. Estuve seis meses en Radio Madrid (Cadena Ser), un sitio en el que me lo pasé de maravilla. Me pareció divertido”.

El momento en el que Pepu Hernández aterrizó en la radio no fue uno cualquiera sino que coincidió con una novedad decisiva. “Recuerdo que era la primera ocasión en la que los periodistas podían emitir sus propios informativos y no los del régimen. Fue un momento especial, vivido con mucha ilusión por todos. Yo hacía algo menos trascendental. Estuve en Deportes con Vicente Marco, uno de los fundadores del Carrusel Deportivo”, recuerda el seleccionador.

Tras su paso por la Ser, la relación de Pepu Hernández con el periodismo se reduce a la coordinación de la revista Clínic, publicación de la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto (AEEB). “Durante dos o tres años me encargué de los contenidos y la maquetación, algo que me sedujo bastante porque tenía que ver con el mundo de los entrenadores de baloncesto”, asegura el técnico.

El caso de Txus Vidorreta no es muy diferente al de Pepu Hernández. El entrenador del iurbentia Bilbao Basket compatibilizó durante años el trabajo como entrenador de base con el de periodista en Radio Bilbao (Cadena Ser). “Compaginarlo no era fácil porque me levantaba a las cinco y media de la mañana y estaba en la radio hasta las tres y media de la tarde, cuando comía. Luego, sin apenas tiempo para nada, me iba a entrenar al cadete a las cinco y media de la tarde. Era agotador, pero bonito”, recuerda Vidorreta. El entrenador trabajó siete meses en “Matinal Ser”, un programa del que luego germinó en el famoso “Hoy por hoy”.

“Durante todo el programa de Iñaki Gabilondo me ocupaba de las desconexiones, que por aquel entonces eran más abundantes que ahora. Había días que estaba más de tres horas delante del micrófono”, asegura Txus Vidorreta, que también tuvo que acudir a los entrenamientos del Barakaldo y del Athletic de Bilbao.

El hoy técnico del iurbentia Bilbao Basket compatibilizó ambos trabajos, el de entrenador con el de periodista, hasta la temporada 1992-93, cuando llegó al Caja Bilbao de Primera B como ayudante. “Estaba entrenando al cadete cuando Juan Llaneza me propuso subir al primer equipo. Mi jefe intentó todo lo posible para que me quedara en la radio, se portó muy bien conmigo, pero era imposible”, dice Vidorreta.

Mariano de Pablos, técnico del MMT Estudiantes, también tiene un pasado ligado a los medios de comunicación. A diferencia de Pepu Hernández y Txus Vidorreta, su bautismo llegó en una televisión local de Madrid ya desaparecida (Telemadroño). “A pesar de que soy más bien timidillo y lo de la tele no es lo mío, lo pasé muy bien haciéndolo”, recuerda. Antes de llegar al mundo del baloncesto pasó por la Agencia Efe, donde escribió sobre fútbol. El periódico El Magata, un proyecto centrado en la cantera madrileña en el cual participaba el Club Estudiantes, fue su última estación previa a dejar aparcado el mundo de los medios de comunicación.

Hace un par de temporadas Mariano de Pablos llegó al primer equipo del MMT Estudiantes como ayudante de Juan Antonio Orenga, cargo que también ocupó hasta la destitución de Pedro Martínez. Hace apenas unas semanas selló su renovación como entrenador por una temporada más.

También hay profesionales de los medios de comunicación que han saltado al mundo del baloncesto, pero su aterrizaje no ha sido en un banquillo sino en un despacho. Es el caso de Kiko Martín, adjunto a la presidencia del ViveMenorca, o José Luis Mateo, adjunto a la dirección general del CB Granada. Ambos se formaron en la revista Gigantes del Basket y ahora tienen funciones similares, al compatibilizar la dirección de la comunicación con la colaboración con el presidente y el director general, respectivamente.

“Yo estuve en Gigantes del Basket y, luego, en la Federación Española de Baloncesto (FEB). Todo el bagaje acumulado me ha facilitado mi trabajo actual. La presión y el seguimiento mediático es cada vez más importante, así que hay que trabajar bastante para saber encontrar el equilibrio entre la venta del producto y la contención para gestionar la avalancha de periodistas”, opina Kiko Martín.

La nueva vida le ha permitido descubrir a José Luis Mateo, colaborador semanal en ACB.COM durante más de tres años, que “el trabajo del periodista no es sencillo. Ahora me doy cuenta de que un profesional de los medios de comunicación, incluso después de haber hecho un buen trabajo, hay ocasiones en las que no consigue enterarse de más de un 10% de lo que de verdad ocurre en un club. Y eso que en Granada hay excelentes profesionales”.

Mateo, que también es entrenador superior de baloncesto, certifica que “a un técnico le es muy útil conocer el entorno. Cada vez cobra más importancia. Los profesionales dominan la técnica y la táctica, así que la diferencia está en la gestión del grupo y del entorno, donde los medios de comunicación ocupan un espacio decisivo”.

Dicen que la radio te marca para siempre y escuchando a Txus Vidorreta parece evidente que es así: “Ahora no me lo planteo, pero supongo que dentro de unos años me apetecerá volver a la radio. Todavía mantengo la ilusión, pero no será en un espacio deportivo en el que tenga que hablar de mis compañeros, los entrenadores. Será algo diferente”.

Más explícito todavía es Mariano de Pablos, que no esconde sus deseos: “Espero algún día dedicarme al periodismo. Es una vocación que tengo desde siempre”, reconoce abiertamente el entrenador del MMT Estudiantes, que en una entrevista reciente de Quique Peinado en Gigantes del Basket se confesaba fan de Iñaki Gabilondo, Santiago Segurola y las columnas de opinión de Paco Umbral.

Kiko Martín, por su parte, reconoce que “la de periodista es una profesión-maldición que funciona como una droga. Supongo que algún día volveré a ejercer, aunque en el ViveMenorca no he dejado de hacerlo ya que tenemos una página web y un revista quincenal que ocupan gran parte de mi tiempo”.

Pepu Hernández, en cambio, no se plantea volver a colaborar con los medios de comunicación. “Tengo pendiente encontrar tiempo para escribir, eso me atrae más. En todo caso no querría hacer periodismo deportivo, como en el año 1976, sino que me gustaría realizar otro tipo de periodismo, más comprometido”, dice Hernández.

Eso sí, todos aquellos que han pasado por los medios de comunicación consideran que la experiencia les ha servido en sus nuevas facetas posteriores. Txus Vidorreta opina que “los profesionales del deporte necesitamos a los periodistas para que éstos hagan de intermediadores y, sin un grado de sintonía, eso sería más difícil. Muchos de los periodistas que ahora siguen al iurbentia Bilbao Basket compartieron entrenamientos conmigo a principios de los 90 en Lezama y eso facilita las cosas”.

El entrenador vasco va incluso más allá y asegura que “mucha culpa del subidón que ha tenido el iurbentia Bilbao Basket tiene que ver con el seguimiento diario de los medios de comunicación locales. Generan ilusión y la crítica nunca es exagerada”.

La opinión de Txus Vidorreta la comparte plenamente Kiko Martín: “El ViveMenorca es un club al que siguen media docena de periodistas en todos los desplazamientos y eso ayuda a que muchos seguidores estén pendientes del día a día. El equipo se crece cuando se siente arropado”.

Según Kiko Martín, “lo mejor de todo es que ves los toros desde la barrera. Haber estado en el otro lado te ayuda a tomar decisiones y a no cometer errores. Todo depende de con quién trabajes. En mi caso es una gozada porque el presidente del ViveMenorca, José Luis Sintes, le da una importancia capital a la comunicación en este proyecto. Cuando tienes el respaldo del club es mucho más fácil. Además, trabajar con Ricard Casas de entrenador también facilita mucho las cosas”.

José Luis Mateo, adjunto a la dirección general del CB Granada, recuerda algunas de las ventajas de haber trabajado en los medios de comunicación: “Una de mis funciones en el CB Granada es el trato con los medios de comunicación. Al haber estado antes en el otro lado comprendes ciertas cosas que, a lo mejor, son más difíciles de entender para otras personas del club. También te ayuda a prevenir cosas, a verlas venir. La prevención es el mejor medio para evitar problemas en el deporte profesional de hoy en día”.

Más escéptico es Pepu Hernández. “¿Útil? Nunca me lo planteo así. Fue una época de la que conservo el hábito de estar informado, algo que me ayuda a estar conectado a lo que pasa. No sé, algo que sí me suelen decir los periodistas es que titulo bien cuando hago declaraciones a la prensa”, reconoce entre risas Pepu Hernández.


Artículo publicado en ACB.com el 24 de julio del 2007. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Clásicos en miniatura


Real Madrid y Winterthur FC Barcelona disputan una Final ACB apasionante. Antes de adentrarse en esta decisiva serie, ambos equipos se han enfrentado en tres ocasiones, dos en la temporada regular y una en la Copa del Rey. Pero, ¿qué ha pasado en las categorías inferiores? ¿Cuántas veces se han enfrentado los filiales del estos dos clubes? Ésta es la historia de los clásicos en miniatura.
Esta temporada 2006-07 Real Madrid y Winterthur FC Barcelona se han enfrentado en, al menos, cinco ocasiones en las categorías inferiores. En cuatro de ellas la victoria ha sido para el conjunto azulgrana. En este artículo buceamos en los eventos que mayor número de promesas reúnen para seguir de cerca cómo fueron estos duelos.Las primeros ecos de buen baloncesto llegan desde la Adecco LEB 2, donde este temporada han compartido protagonismo el WTC Cornellà, equipo vinculado al Winterthur FC Barcelona, con el Real Madrid, filial del conjunto blanco. A lo largo de esta campaña se han enfrentado en un par de ocasiones.El moderno Pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz acoge tanto partidos de fútbol sala como de baloncesto. El filial del Real Madrid lo utiliza cuando juega como local, como por ejemplo en la jornada 16, allá por el 15 de diciembre del 2006. El filial blanco recibió la visita del WTC Cornellà (59-68). El esfuerzo de Diego Gerbaudo, la joven promesa argentina del club madrileño que anotó 14 puntos, capturó 5 rebotes, dio 4 asistencias y robó 4 pelotas, fue estéril ante cinco jugadores visitantes que anotaron 10 o más tantos (Albert Moncasi, Marc Silva, Jofre Lleal, Sullivan Sykes y Mamadou Samb).Buena parte de los especialistas que hace apenas unos días se desplazaron hasta Treviso para seguir de cerca el Rbk Eurocamp tenían el nombre de Xavi Rey subrayado en el programa oficial. Una vez en La Ghirada tardaron en reconocerlo ya que lo recordaban con el pelo largo y ahora se mueve con la cabeza rapada. Trataban de comprobar en directo si era capaz de repetir actuaciones como la que tuvo en la jornada 33 de la Adecco Leb 2, allá por el 10 de abril del 2007. El WTC Cornellà superó al Real Madrid por 73-64 y el pívot puso tres tapones con total naturalidad. A él se unieron Albert Montcasi (11 puntos y 13 rebotes) y Cheik Samb (19 tantos y 15 rebotes), que destrozaron al conjunto blanco por dentro. Ni siquiera la presencia de Nedzad Sinanonic sirvió para frenar el alud del primer cuarto (22-12).El WTC Cornellà finalizó la temporada 11º, con 15 victorias y 19 derrotas. El Real Madrid, por su parte, acabó 18º (último) con apenas 7 triunfos y 27 partidos perdidos. El castigo, la pérdida de la categoría. La temporada 2007-08 el conjunto blanco disputará la recién creada Adecco LEB Bronce.Otro de los enfrentamientos entre el Winterthur FC Barcelona y el Real Madrid hay que buscarlo en la final de la Minicopa, un evento que desde hace cuatro temporadas acompaña a la celebración de la Copa del Rey. El partido se disputó el 11 de febrero del 2007, horas antes de que el primer equipo del Winterthur FC Barcelona se adjudicara el trofeo absoluto. El mayor acierto en el tiro en los instantes finales y el dominio del rebote fueron las bases sobre las que se cimentó el triunfo azulgrana (67-72). Daniel Martínez, un versátil alero alto capaz de jugar tanto de cara como de espaldas al aro, fue designado como MVP al brillar en la final con 20 puntos. Ante el Real Madrid aprovechó su envergadura para generar desequilibrios constantes.El recinto ferial de Fexdega acogió la única victoria del Real Madrid (64-65). El triunfo llegó en el Vilagarcía Basket Cup, otra de las citas imprescindibles en el mundo de la cantera que esta vez se integró en el prestigioso Circuito Sub 20. La aportación, saliendo desde el banquillo, de David Marina (15 puntos), Tomás Bellas (13) y Daniel Yusta (12) fue decisiva para entender la ajustada victoria blanca en un partido que contó con la participación de Edgar San Epifanio (¿os suena el apellido?) en el bando azulgrana. Xavi Rey falló el tiro libre decisivo que hubiera mandado el partido, celebrado el 6 de abril, a la prórroga.
El último de los duelos se dio hace apenas unos días, el 17 de junio, en el Campeonato de España Cadete, donde ambos equipos se vieron las caras en el partido por el quinto puesto. El triunfo fue para los catalanes, que se impusieron por 54-77. El Pabellón Moisés Ruiz de Almería fue el escenario en el que se exhibió Michel Acosta, una joven promesa azulgrana de la generación del 92 que lideró la valoración estadística del evento. Meses después de que Michel Jordan se fijara en él durante el Jordan Classic Tour, Acosta dominó la pintura con su habitual contundencia.Otros eventos en los que han coincidido ambos equipos son el Torneo Júnior de l’Hospitalet o el Campeonato de España Júnior de Barakaldo, donde estos eternos rivales no se cruzaron. En l’Hospitalet llegó más lejos el Real Madrid, que acabó segundo, mientras en Barakaldo lo hizo el Winterthur FC Barcelona, campeón del evento.Pero la historia no finaliza aquí. Los filiales del Real Madrid y el Winterthur FC Barcelona se volverán a ver las caras una y mil veces más. No será, eso sí, en el Campeonato de España Infantil en Santiago de Compostela que se celebra hasta este domingo ya que el conjunto blanco sólo tiene equipos propios a partir de la categoría cadete.
Artículo publicado en ACB.com el 23 de junio del 2007. Consulta aquí el artículo en su contexto original.

Guinea Ecuatorial: Baloncesto entre lianas


Apasionado viaje por todos los rincones de Guinea Ecuatorial para descubrir los secretos que envuelven el mundo del baloncesto en este país subsahariano de África, antigua colonia española. Todo es posible en las remotas pistas de basket escondidas en medio de la espesa selva que inunda un país lleno de contradicciones, como relata el periodista Álex Gozalbo, quien vivió sensaciones encontradas. En Guinea Ecuatorial los límites de la pista los marca la propia selva y es tan fácil enterarse de los resultados de la ACB como enfermar por la picadura de un mosquito.
“O comes o África te come”. Con este consejo básico, pero efectivo que recuerda la necesidad de estar alimentado para que el cuerpo no se resienta de alguna de las enfermedades tropicales, iniciamos la búsqueda de la pista baloncestística en Guinea Ecuatorial. Cargamos el Jeep de plátanos y bananas de todas las clases y empezamos el recorrido por las siete provincias en las que se organiza el país.Es fácil caminar por las calles de Malabo o Bata y ver camisetas del Real Madrid y, sobre todo, del FC Barcelona. El fútbol es el deporte de moda en Guinea Ecuatorial y los jóvenes se conocen al dedillo la actualidad diaria de los equipos de Primera División. Pero el baloncesto también pisa fuerte. En Malabo, por ejemplo, nos encontramos con una niña que luce una camiseta del Pamesa Valencia.Los boletines informativos de la Radio Nacional de Guinea Ecuatorial ofrecen información diaria sobre la ACB, competición de la que se recuerdan horarios, resultados y principales noticias. Además, durante nuestro viaje nos encontramos con varios seguidores que se concentran ritualmente ante los escasos televisores con antena parabólica para seguir las noticias de la liga profesional española con las que TVE Internacional salpica su programación, una mezcla de TVE 1 y La 2.Masticando yuca, un tubérculo con el que ecuatoguineanos prefieren acompañar las comidas en lugar de nuestro habitual pan, y degustando cacahuetes tostados uno puede realizar kilómetros y kilómetros por las pistas de tierra que recorren el territorio entre la selva. A diferencia de los países europeos, donde la sociedad tiende a abandonar sus localidades natales para vivir de forma masificada en las grandes ciudades, en Guinea Ecuatorial la gente continúa resistiendo en sus poblados de origen. Cada uno tiene su campo de fútbol y algunos de ellos, su pista de basket.Un par de canastas de madera sirven para su cometido y, en lugar de parquet, la pelota se bota sobre una capa de tierra rojiza y fina hierba, “chapeada” (1) cada fin de semana para evitar que la selva recupere su espacio natural. Cada centímetro sin árboles y lianas es una excepción que hay que cuidar periódicamente. En estas pistas de baloncesto no existen líneas en el suelo, pero los límites del campo quedan perfectamente definidos por una intensa vegetación que hace imposible el bote del balón.Una vez asimilado el entorno, jugar en una de estas pistas de baloncesto es similar a hacerlo en cualquier otra. Algunas veces, por las irregularidades del terreno, uno se lleva la sorpresa de que el balón no regresa a la mano tras un bote rutinario, pero ésa no es la mayor sorpresa que uno se puede llevar. En un partido sin público, son habituales los gritos procedentes desde fuera del terreno de juego. “¡Sshhh!”, oye uno, al tiempo que se gira buscando a un interlocutor que nunca aparece. El causante del ruido es un mono y anda jugueteando por los árboles cercanos; cerca, pero casi siempre invisible para ojos inexpertos.Todo es posible en las remotas pistas de basket escondidas en medio de la espesa selva, de la que cuelgan lianas inmensas, que inunda un país lleno de contradicciones en el que la gente utiliza con normalidad el teléfono móvil, pero en el que pocos tienen luz corriente durante las 24 horas para recargar su batería cuando ésta se consume.Pero no todo el baloncesto tiene este aire rudimentario en Guinea Ecuatorial. En Bata y Malabo hay varias pistas reglamentarias, situadas principalmente en los patios de los colegios religiosos. Los salesianos y los hermanos de La Salle ceden sus instalaciones para que los jóvenes mejoren su nivel. No son los únicos: la Congregación Religiosas de Jesús y María, por ejemplo, también ha colaborado en la construcción de un pabellón de baloncesto.En uno de estos colegios religiosos empezó sus estudios Gabriel Moto Nsá, hoy asentado en Granollers (Barcelona). Nacido en un poblado de Niefang, este licenciado en Educación Física por la Universitat de Barcelona (UB) posee el título de entrenador superior otorgado por la Federación Española de Baloncesto (FEB). Ahora es uno de los opositores en el exilio de Teodoro Obiang, el Jefe de Estado de Guinea Ecuatorial.Menos titulación, pero la misma pasión por el baloncesto tienen algunos de los jóvenes que inundan las pistas de basket en Bata y Malabo. Las camisetas de la NBA, la mayoría de ellas compradas en el mercado fronterizo de Akombang (2), son habituales en los partidillos improvisados. Algunas son actuales, como las de Shaquille O’Neal (Miami Heat) o Paul Pierce (Boston Celtics), y otras andan más pasadas de moda, como la de Glenn Robinson (Milwaukee Bucks), pero todos las lucen con la misma ilusión. Lo normal es echarse un 3x3 en el que quien gana continúa y quien pierde descansa. . Lo normal es echarse un 3x3 en el que quien gana continúa y quien pierde descansa. Eso sí, uno de los que espera turno hace de árbitro, cometido que se toma con toda la profesionalidad del mundo.
Las bajas son habituales y así no es extraño encontrarte con desagradables sorpresas al preguntar por algún chico que apuntaba maneras días antes. “¿Qué sabéis de aquel chico que llevaba una camiseta de…?”, pregunta uno. “Murió hace un par de días”, te contestan con la mayor naturalidad. Las autoridades sanitarias luchan por contrarrestar el sida y el paludismo, pero no siempre es sencillo.

A nosotros la primera de estas enfermedades, que también conocemos en Europa, no nos asusta pues ya sabemos cómo evitar el riesgo de contraerla. En cambio, el paludismo tiene algo más de azaroso. Una picada del mosquito equivocado y ya te puedes preparar para, en el mejor de los casos, pasar varias semanas en cama con fiebres desproporcionadas. Así que manga larga pese al calor, antimosquitos extra fuerte cada seis horas, pastillas de profilaxis y una mosquitera colgada del techo para envolver la cama por la noche.

Al acabar el partido, visita al supermercado Martínez Hermanos, una tienda de capital español en la que adquirimos una bebida isotónica fría. Calculamos la equivalencia en euros del precio en francos (3) y comprobamos que el coste es similar al de España, lo que quiere decir que apenas unos pocos extranjeros se la pueden permitir. De camino a la caja nos encontramos con un apartado de revistas internacionales, donde nos hacemos con nuestra querida Gigantes del Basket. La emoción del momento nos impide fijarnos en la portada y, sobre todo, en la fecha. Es de hace más de un mes.

En la Isla de Bioko la principal etnia la forman los bubis (4), que cuentan con su propio dialecto, aunque todos ellos conocen y dominan el castellano. No en vano Guinea Ecuatorial fue colonia española hasta 1968. Muchas de las pistas históricas de la zona, como las de Santa Teresita, Orfanato y Basilé, se construyeron con la colaboración desinteresada de mucha gente. Eran tiempos en los que el Club Baloncesto Santa Isabel sorprendía a propios y a extraños con su juego. Ahora, apenas algunas fotografías recopiladas en internet por José Luis Pérez del Campo y Fernando García, pioneros e impulsores de varias liguillas en la Isla de Bioko, ayudan a combatir la nostalgia.

Poco a poco, a medida que van mejorando las infraestructuras, el baloncesto ecuatoguineano empieza a sacar cabeza fuera de sus fronteras. España, como no podía ser de otra manera, es su destino preferente y la ACB su principal referencia, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

Joan Plaza hizo debutar a Richard Nguema, de origen ecuatoguinenano, en la ACB el domingo 17 de diciembre, cuando el Real Madrid recibió al Etosa Alicante en el Palacio Vistalegre. La lesión de Raül López le abrió las puertas de un primer equipo en el que, desde entonces, ha tenido su pequeño protagonismo. Ante el DKV Joventut incluso anotó 9 puntos. Este base, explosivo y resolutivo en el uno contra uno, se colgó la medalla de bronce con España en el Europeo Júnior del pasado verano.

El baloncesto femenino también tiene sangre ecuatoguineana en España. Auri Bokesa, por ejemplo, es una joven ala-pívot de 18 años que juega en el USP CEU MMT Estudiantes de Liga Femenina. Aunque es natural de Basakato, en la Isla de Bioko donde se ubica la capital Malabo, nunca ha estado allí.

Dos ejemplos en los que pensamos detenidamente en el avión de vuelta, al tiempo que tratamos de ordenar en nuestra cabeza todo lo visto en Guinea Ecuatorial, un país con una extraordinaria riqueza natural que lucha por progresar envuelto en permanentes contradicciones y donde, sí, efectivamente, se juega a baloncesto.

Notas
1. Chapear es limpiar la tierra de malezas y hierbas con el machete.
2. Las principales etnias de Guinea Ecuatorial son los bubis (Isla de Bioko), ndowes (costa de la región continental), fang (interior de Río Muni), annoboneses, corisqueños y bisios (bujebas).
3. El franco CFA es la moneda común de 14 países africanos, antiguas colonias francesas, españolas o portuguesas.
4. El mercado de Akombang se sitúa en Camerún, pero a escasos metros de Ebebiyin (Guinea Ecuatorial), cuyos habitantes suelen pasar la frontera para hacer unas compras y regresar a casa. Tiene fama de muy barato y algunos lo comparan con Andorra.

Artículo publicado en ACB.com el 21 de febrero del 2007. Consulta aquí el artículo en su contexto original.
Consulta aquí la actividad diseñada por el profesor Manuel Villard (IES Julio Rodríguez de Motril) para su blog de Educación Física.

Los otros Joan Plaza de la ACB


Una de las grandes revelaciones de este arranque de temporada no hay que buscarla en la pista de basket, sino a escasos centímetros de ella; en el banquillo. Joan Plaza, con una formación como entrenador ayudante, ha sabido trasladar al Real Madrid lo mejor de cada técnico con el que ha compartido pizarra. De la mano de Joan Creus, en este artículo se desmenuza un puesto, el de segundo, en el que normalmente se vive alejado de los focos, pero desde el que muchos entrenadores dan el salto hasta la fama. Para el ex jugador y ahora técnico, “la función del segundo entrenador tiene muchas vertientes, trabajar individualmente con los jugadores, preparar partidos o analizar a los rivales”.

La medalla de oro de la selección española en el Mundial de Japón tiene muchos padres. Uno de ellos es Joan Creus, que ejerció el papel de entrenador ayudante de Pepu Hernández. El ex jugador tiene clara cuál es su función en el banquillo: “Se trata de dar mucha información al técnico, para que él decida cómo la utiliza. Hay que filtrar un poco, obviar los datos anecdóticos y saber encontrar los decisivos, aquellos que se pueden utilizar”, informa.

La legión de técnicos ayudantes extranjeros la encabeza Andrija Gavrilovic, que tomó el relevo de Chus Mateo en el Unicaja cuando éste pasó en verano al banquillo del CAI Zaragoza. Zan Tabak, por su parte, ha sabido trasladar al Real Madrid su experiencia como ex jugador, especialmente útil para los hombres interiores del conjunto blanco.

El caso de Borja Comenge y Dejan Kamenjasevic en el Akasvayu Girona es especial. Entre ambos se reparten las funciones, utilizando Svetislav Pesic al segundo como intérprete habitual. La habilidad que ha logrado desarrollar Dejan es tan grande que incluso le permite solapar sus palabras con las originales del primer técnico, traduciendo al castellano y al catalán con la misma facilidad.

Pasar de segundo entrenador a primero no es sencillo. Según Joan Creus, “es difícil cambiar el rol porque cada uno tiene funciones diferentes. En el caso de Joan Plaza hay que tener en cuenta que en los últimos años él había combinado el trabajo como ayudante con el de primer técnico, aunque fuera en equipos de menor repercusión. Eso es una ventaja”.

Y es que un entrenador no nace con la etiqueta de primero o segundo bajo el brazo. De hecho, muchos de ellos combinan las dos funciones en diferentes temporadas. Es el caso de Paco Guillem, actual ayudante en el Polaris World CB Murcia, pero ex técnico de equipos como el Balneario de Archena (Liga EBA).

Más difícil es la situación de Chechu Mulero, que ha tenido que desempeñar funciones diferentes a lo largo de la misma campaña sin cambiar de plantilla. Le ha ocurrido ya cuatro veces. Las dos primeras fueron en Valladolid, cuando le tocó relevar a Wayne Brabender (1996-97) y a Luis Casimiro (2002-03). La tercera vez fue en Málaga, donde tomó las riendas del Unicaja tras la dimisión de Paco Alonso (2003-04). La última aventura de este tipo le pilló en el Pamesa Valencia, al coger al equipo tras la destitución de Pablo Laso (2004-05).

Mulero es uno de los pocos ayudantes que ha cambiado de club varias veces, logrando sus traspasos una repercusión mediática poco habitual. “Puede servir para reivindicar la figura del segundo entrenador, que creo que hay que potenciarla y darle mayor importancia de la que tiene", asegura.

Esta circunstancia suele ser temporal y, a veces, incluso se utiliza como puente entre un técnico y otro. Javier Álvarez es uno de los que esta misma temporada ha realizado esta transición entre Curro Segura y Ricard Casas, ambos entrenadores del ViveMenorca. Incluso, la utilización del técnico ayudante como primer espada se puede usar en algún momento puntual. Xavi Pascual, por ejemplo, dirigió este verano un partido amistoso del Trofeo Ciudad de Palma mientras Dusko Ivanovic asistía en Atenas al sorteo de la Euroliga.

Algunos aficionados suelen creer que las responsabilidades del segundo entrenador empiezan y acaban en los partidos, pero hay mucho más trabajo sobre sus espaldas. “Hay otras tareas menos conocidas, que tienen una gran importancia en el crecimiento de los equipos. Suelen tener relación con los entrenamientos o la preparación táctica de los partidos, pero cada cuerpo técnico delimita sus responsabilidades según su forma de entender el basket”, explica Joan Creus.

Sito Alonso, técnico ayudante en el DKV Joventut, asegura que “la función del segundo entrenador tiene muchas vertientes, trabajar individualmente con los jugadores, preparar partidos o analizar a los rivales”. Su trabajo específico con nuevas joyas del primer equipo como Dmitry Flis o Ricky Rubio acumula muchos elogios.

Un caso parecido es el de Mariano Arasa, un joven entrenador formado en el Alta Gestión Fuenlabrada que suele compaginar sus tareas como ayudante con el trabajo de técnica individual de los jugadores de cantera en edad cadete o júnior. La apuesta por la gente formada en el club es una constante para el puesto de entrenador ayudante y otro buen ejemplo es el de Rocky Jarana en el Caja San Fernando.

A Joan Plaza no le tembló el pulso este verano, cuando el Real Madrid le ofreció pasar de entrenador ayudante a técnico principal. “Si estás preparado, la categoría del equipo no te debe acomplejar. No veo por qué un entrenador tiene que empezar desde abajo e ir subiendo, lo que importa es que esté capacitado para el puesto, no a los equipos que haya entrenado antes”, advierte Joan Creus, pese a que él no se plantea cambiar a corto plazo su puesto como segundo entrenador de la selección española. “Si estás cómodo y haces un trabajo que te gusta, para qué arriesgarte. Prefiero no tocar nada”, admite.

Himar Ojeda, segundo de Salva Maldonado, ha dirigido varios años el campus del Gran Canaria Grupo Dunas y asiduamente es requerido para dar conferencias sobre aspectos concretos de técnica individual, algo habitual en el día a día de los entrenadores ayudantes. Es algo que también conocen de cerca ayudantes como Mariano de Pablos (MMT Estudiantes), Rocky Jarana (Caja San Fernando), Javier Urios (Etosa Alicante), Eugenio Llera (CB Granada), Roberto González (Grupo Capitol Valladolid), Rafael Pueyo (Lagun Aro Bilbao) o Xabi García (Bruesa GBC).

Joan Plaza ha sabido acumular en su mente lo mejor de técnicos como Manel Comas, Aíto García Reneses o Bozidar Maljkovic y eso mismo es a lo que ahora se dedican ayudantes como David Gil, que ya se ha nutrido, empapado casi, en el TAU Cerámica de las maneras de trabajar de Dusko Ivanovic, Pedro Martínez o Velimir Perasovic. Todo ello le será útil en el futuro.

Pese a la importancia creciente del papel del segundo entrenador, éste debe ser consciente de sus limitaciones. Joan González, técnico del Ripollet de Liga EBA y profesor de los cursos de entrenador de la Federación Catalana, lo resume a la perfección: “Hay momentos en los que el ayudante debe mantenerse al margen, como cuando el primero está dando una bronca a los jugadores. En esos momentos hay que dejar solo al técnico para que se enfrente a su responsabilidad”, matiza.

“El baloncesto ha evolucionado tácticamente mucho en los últimos años y conviene no quedarse atrás”, sentencia Joan Creus, consciente de la importancia de invertir recursos en el cuerpo técnico de los equipos de la Liga ACB, cuya exigencia es cada vez mayor.

Artículo publicado en ACB.com el 27 de diciembre del 2006. Consulta aquí el artículo en su contexto original.